Nirgal22

Con frecuente en los relatos de CF se recrea el proceso mediante el cual los humanos llegamos a manejar ciertos recursos, por ejemplo: el fuego, logro que nos proporcionó una firme oportunidad para humanizarnos. Tema que ha sido abordado desde el académico Rosny-Ainé en "La guerra del fuego" hasta McKenna en su relato: "Mi propio camino", de las peripecias de la primera a la ordalía de la segunda hay, sin embargo, un profundo hiato, no sólo en tiempo sino en los medios literarios puestos en juego para cubrir sus objetivos.  En esa riqueza de abordaje descansa precisamente el atractivo del panorama del género, el fuego estará simbolizado desde el incandescente chorro de la tobera de escape de un cohete (llevado en "Efímeras" de Kevin O´Donnell hasta el paroxismo cuando el penacho simboliza para la mente humana que coordina y dirige el navío estelar, un pedo que los impulsa hacia su destino) o los cuerpos flamígeros de los mutantes de la serie X-Men

El amor es un número imaginario (titulo elegido en la edición española de Mundos Imaginarios / Plaza&Janes / mayo2000 de la antología "The Doors of His Face, the Lamps of His Mouth" / 1971) por Roger Zelazny. El prólogo de Philip José Farmer nos recuerda que a pesar del desprecio que muchos críticos literarios y periodísticos, incluido Bloom sienten por el género, vibra en sus relatos una supercuerda especial, aquella que alude a que los temas que toca la CF abarcan todo tiempo y todo lugar, toda historia que fue y que será, todo mundo alterno o imaginado, y eso es suficiente para reivindicarla, obras tan intensas y absorbentes como "La Estación de la Calle Perdido" o "Marte se mueve" no pueden ocurrir sino en la CF, igual sucede con la mayoría de las historias de esta muy recomendable antología que pasamos a detallar, en la cual hasta los relatos menores se encuentran por encima de la media habitual, y con frecuencia entregan dimensiones ins