Demasiado parecido a su sombra siniestra el Imperio Decadente semeja una copia de USA
SOLITARIO EN TRANSICIÓN O EL IMPERIO YA NO LAS TIENE TODAS CONSIGO Combate Mientras el viento arroja partículas de sílice contra mis campos aislantes, los microtúbulos cerebrales aún no se recuperan de la conmoción, es cierto que la ráfaga de energía apenas si rozó el yelmo, pero siento que los efectos acumulados potencian la ola de fatiga que amenaza con sumergirme en la inconsciencia. Atrás, en la memoria temporal, quedan los pantallazos que muestran a los miembros de la patrulla caídos, ahora subsisto como su representante de misión y no se me ocurre de qué manera coronarla, en ocasiones el camuflaje de mi loriga de escamas ganoideas vibra y centellea por los desperfectos, propiciando que cualquier cazareflejos sobrevolando el campo de enfrentamiento me ubique y advierta a un tiroteador que enfile su batería automática —o peor aún a un trooper — contra las coordenadas topadas en su visor. El cansancio me atosiga y me auto-convenzo que no sucederá evento aciago