Entradas

Mostrando las entradas de junio, 2019

Matrices de Pat Cadigan: Sorprendente performance que no recibió la atención que merecía

Imagen
Fue una auténtica suerte que una editorial pequeña (Cántaro) se decidiera a arriesgarse por una autora poco conocida, algunos relatos lograron pasar a través de la tupida malla de las editoriales dedicadas a reiterar en los autores archiconocidos: Angel, Rocqueando, Te de un taza vacía, de repente alguno más pero no lo conozco, por eso voy señalando la necesidad de ampliar las traducciones y ediciones de Pat, y luego me deslizo raudo hacia el comentario. A pesar de habernos llevado a recorrer extrañas y oscuras costas se convierte en una agradable sorpresa, siempre nos entrega lo inesperado, es una obra abigarrada, heterogénea. En ocasiones los epítetos no captan la esencia de la persona a quien van dedicados, más que “Reina del Ciberpunk” es una “Dama de lo Oscuro”, quizás coquetear con el movimiento permitió que alguien le arrimara el apodo. De los trece relatos de su antología tres son sobre vampiros o entes similares, otro es sobre relaciones EPS (percepción extrasensorial)

Plop de Rafael Pinedo: Un Descenso a los Infiernos

Imagen
  © Leonardo Bolaños & Luís Bolaños; 20-01-06 .   Rafael Pinedo logra una demostración cruel respecto a que sus personajes han pasado de ser “humanos”, a ser “objetos” sexuales, militares, etc., expone un proceso donde borrando los matices que encuentras en una persona, despojándola de sus atributos, pelándola hasta el hueso, puede entonces presentarnos un cuadro de degradación postapocalíptico manejable y creíble… más allá de lo increíble. No requiere describir, sólo ponerlos en acción, y eso es suficiente para su coherencia narrativa. Intuitivo y feroz, parece transido de una potencia reveladora que lleva a desnudar los esquemas reales que yacen tras la criatura humana. Una y otra vez nos asombraremos ante las decisiones terribles que asumen los figurantes sin que se les mueva un pelo, sin que la solidaridad emerja; la novela nos dice que despojados de aquellas pinceladas, aquellos barnices culturales que hemos construido con tanto empeño para sentirnos seguros, a