Reseña de Revista Asimov N° 8 Edición Mexicana por El Fisgón del Universo
Por diversas singladuras, nunca acompañadas por el
éxito, ha transitado el magazín original en España: Picazo, Forum,
Robel; en México El Fisgón del Universo se lanza a la aventura editorial
logrando plasmar 11 ejemplares de irregular factura (me he tropezado
con datos hasta 1998, aunque puedo estar errado) caracterizados por un
exceso de propaganda (lo usual es que fueran infelices), dibujos
interiores pobres y esquemáticos, tipos de letras con frecuencia
inadecuados, secciones fijas que entregan mucho menos de lo que prometen
y hasta algunos desencuentros en la traducción, elementos que en
evaluación integral impiden tomar la iniciativa en serio.
En ocasiones,
da la impresión de apresuramiento y una cierta negligencia en el montaje
gráfico y en la selección de los microchips, es mejor rechazar
colaboraciones que torpedear la fluidez de la lectura por el lastre que
suponen algunas de las mismas. Late una tendencia al feísmo, que se
expresa en grotesco e inacabado. Los esbozos gráficos interiores oscilan
entre lamentables y esperpénticos, inicialmente los firmados por Jean
Picazo (que ironía llamarse así, casi parece un pseudónimo), me parecía que rozaban lo desagradable, nos comunicamos, tuve acceso a nuevos dibujos y cambio mi percepción en cuanto a su obra. No
obstante, para ser justos y salvar la valla de la atemporalidad -la
revista se publicó en Febrero 1996-, recomendamos visitar https://jeanpicazo.artelista.com/ donde Jean Picazo (su autèntico nombre) demuestra un auténtico salto en la calidad de sus obras.
En
cuanto al N°8 fechado en Febrero de 1996, lo mejor: la ingerencia de
Azazel de la mano del Maestro y la noveleta de Maureen McHugh. En
apariencia la carátula, realizada con oficio y bastante atrayente, me
recuerda la escena final del capítulo 22 (último de la primera
temporada) de Farscape, no se relaciona con ninguno de los textos a
reseñar (tampoco pude saber quien fue su creador, no consta en ninguna
parte).
El editorial conducido con propósito de señalar el conecte entre
crítica social y el género de CF, da cuenta del material que nos
entregan... excepto cuando enjundioso aborda los microchips y justifica
su inclusión recurriendo a un editorial de Asimov (In Memoriam) donde
clama por el apoyo a las generaciones de escritores en ciernes (que
posean calidad, agrego).
El índice creativo incluye:
Marcha
contra el enemigo (March against the foe, abril de 1994) Isaac Asimov:
La ilustración de Gary Freeman, no sólo adecuada y cumplidora como
ejecución sino estimulante como idea, nos coloca en las pistas de lo que
suponemos ocurrirá; integrado al ciclo de relatos protagonizados por el
sablista George, el sableado (el propio Isaac) y un diminuto demonio de
dos centímetros, de esquema clásico y similar factura a los demás de la
serie: presentación del caso, despliegue de los acontecimientos
relevantes vinculados, diseño de la resolución y colofón humorístico.
Estoy enterado de que con frecuencia se han escuchado voces sobre el
magro humor de los relatos de Azazel, pero siendo atípicos en la obra de
Isaac -no por su estructura narrativa, ya que son semejantes a los
relatos de la serie de los Viudos Negros, sino por Azazel, ese extraño
personaje extraído de las canteras infernales- creo que desde tal ángulo
debemos arrimarnos a su oferta, y si la aceptamos, allí también acierta
el Maestro.
Velada crítica a las CTN niponas y su exagerado entusiasmo por inmiscuirse en la vida de sus empleados (para quienes deseen observar sus relaciones de poder en movimiento recomiendo el excelente retrato logrado en el film de Alain Corneau sobre la novela “Estupor y temblores” de Amélie Nothomb) y obligarlos a aceptar normas que incluyen desde beber la cerveza de la sogo shosha a la cual está ligada la compañía en que laboran, hasta ejercitarse en gimnasia. La empresa con nombre de juguete: Tontería y Basura, instala una Oficina de Entusiasmo Corporativo, cuyo comando entrega a otro sablista, amigo de George desde la universidad, quien por sequía financiera se ve obligado a renunciar a su vocación de vago y enrolarse en las filas del pleno empleo corporativo. Su fracaso miserable en la faena se lo comenta a George, quien recurre al poder de Azazel , el cual deviene como es usual en arma de doble filo que provoca un desastre, ya que la excelente performance obtenida al inicio conduce luego a un resultado no esperado (suponemos que atroz), quedamos tentados de aceptar que casi parece existir un impulso de homeostasis equilibrante que mitiga los efectos de las intervenciones demoníacas. Comicidad y estilo, sabiduría y gracia se entrelazan para convertirlo en recomendado.
Velada crítica a las CTN niponas y su exagerado entusiasmo por inmiscuirse en la vida de sus empleados (para quienes deseen observar sus relaciones de poder en movimiento recomiendo el excelente retrato logrado en el film de Alain Corneau sobre la novela “Estupor y temblores” de Amélie Nothomb) y obligarlos a aceptar normas que incluyen desde beber la cerveza de la sogo shosha a la cual está ligada la compañía en que laboran, hasta ejercitarse en gimnasia. La empresa con nombre de juguete: Tontería y Basura, instala una Oficina de Entusiasmo Corporativo, cuyo comando entrega a otro sablista, amigo de George desde la universidad, quien por sequía financiera se ve obligado a renunciar a su vocación de vago y enrolarse en las filas del pleno empleo corporativo. Su fracaso miserable en la faena se lo comenta a George, quien recurre al poder de Azazel , el cual deviene como es usual en arma de doble filo que provoca un desastre, ya que la excelente performance obtenida al inicio conduce luego a un resultado no esperado (suponemos que atroz), quedamos tentados de aceptar que casi parece existir un impulso de homeostasis equilibrante que mitiga los efectos de las intervenciones demoníacas. Comicidad y estilo, sabiduría y gracia se entrelazan para convertirlo en recomendado.
Protección
(Protection, abril 1992 – Nominación al Hugo) Maureen McHugh, viñeta de AC Farley : Real
acierto, es el plato fuerte, transido de tristeza e ilustrando las
complejidades de una pareja difícil: catedrático universitario y
ladronzuela, mientras sobreviven en un “campo de reducción” (el
Protection del título), uno de muchos instalados para depurar la
ideología de la población por un gobierno totalitario, quizás por eso un
debate de fondo (horror al socialismo versus crueldad capitalista)
viaja con las etapas amorosas. Lo inteligente, parece transmitirnos la
autora, no es cerrarse en torno a la defensa de tales opciones, sino
mantener la mente fresca y con apertura tomar de aquí y de allá lo mejor
para construir una democracia directa, lo cual me llevó a recordar las
promesas anarquistas de la trilogía marciana de Kim Stanley Robinson y
“El concilio de hierro” de China Mievelle. Representación del imaginario
nacional (pienso en "Comunidades Imaginadas" de Benedict Anderson) a
contrapelo de las tendencias usuales (podemos recordar Amanecer Rojo –
Red Dawn, el bodrio de John Milius en 1984, por ejemplo donde los invasores
cubanos, nicaragüenses y soviéticos son derrotados, agárrense, mediante
guerra de guerrillas; peor aún la versión de Dan Bradley de 2012, donde los malísimos son ahora los norcoreanos, según la necesidad de la política exterior USA).
Posee la virtud de irse abriendo lento cual
cortinaje teatral y bifurcándose en continuo trazado de un mapa de
emociones, el primero oculta y devela en simultáneos fogonazos, las
transformaciones de la conciencia de la protagonista, lo segundo la
muestra astuta y dura pero capaz de incorporar y asociar nuevos
conceptos e interpretaciones. La preocupación ambiental y el avance del
desierto en el cinturón cerealero del Middle West lo conectan con el
siguiente texto (El hombre abeja), pero el establecimiento de mecanismos
coercitivos de movimiento y pensamiento señalan hacia las sociedades de
control avizoradas por Deleuze y Guattari y presentidas en el rabioso discurso Trumpista. El “campo de reducción” es
inclemente y se mimetiza tras la verdad histórica de los “gulags” para
comentarnos las condiciones de vida y trabajo envueltas en el constante
empeño de los carceleros por usarlas como jornadas de reeducación
política, proceso que copia los pasos propuestos por Gregory Bateson a
Alcohólicos Anónimos, pero en versión autoritaria.
Se captan fuertes
huellas de “En alas de la canción” de Thomas Disch alentando referencias
y desempeños. Rinde homenaje a quienes sufren tortura por sus
convicciones, asimismo a quienes son capaces de adaptarse y convertirse
en seres diferentes a los originarios. El esbozo ilustrador de A.C.
Farley compendiado en un abrazo, consolida lo que decimos sobre el
texto, pero los dibujos interiores son prescindibles.
El Hombre Abeja (The Bee Man, setiembre de 1991) Mary Rosenblum: La lámina de Broeck Steadman recoge la dulzura tras el amargor que se paladea en sus páginas del relato y el momento de transición (rubricado por el énfasis en inflar las bolsas adiposas de Bichat) de la niña, de los dibujos interiores mejor no hablar… ni mirar. Quiero empezar rescatando aspectos cruciales que atañen a preocupaciones actuales: cambio climático y calentamiento global (fenómeno básico para la evolución argumental) que avanza devastando naciones otrora poderosas que en la ficción glosada yacen literalmente en el polvo de los desiertos, contexto que enmarca una historia de amor sin deuda con Vladimir Nabokov y su Lolita, entre una adolescente y un ermitaño cuarentón, recolector de miel, en el estado de Oregón; sin embargo, adolece de falta de ritmo y carece de un marco descriptivo que potencie sus acontecimientos: está ausente el paisaje que debería constituirse en protagonista central de las transformaciones, y el impacto que provoca sobre la gente y la economía es despachado en pocas líneas, muy pocas especies de plantas son expuestas para ilustrar esa terrible sequía que asola los territorios y sus pavorosas destrucciones.
No existe referencia
concerniente a que sucede en otros países, con la característica actitud
despectiva de los norteamericanos sólo importa lo que les ocurre a sus
moradores, podemos colegir que atraviesan similares dificultades, pero
nos quedamos esperando alguna información sobre las catástrofes urbanas,
las tumultuosas migraciones, los asaltos a bodegas y almacenes, las
oleadas de suicidios, el desplome del sistema de bienestar, etc.
Es un
cataclismo pálido y lento donde se conservan idénticas relaciones de
clase y las mismas estructuras de poder, pero disminuidas por el golpe
climático, situación poco creíble escogida por la autora, quizás por que
lo detallado con fruición es el fuerte vínculo que se crece y se anuda
en torno a la pareja, las condiciones de pobreza en que reproducen sus
existencia y las actividades dedicadas a las abejas, quedando
apuntaladas por las emociones que sacuden a las personas (por ejemplo,
el odio de la madre hacia su hija acaso por su capacidad empática hacia
los seres vivientes, que aumenta cuando elige el silencio como forma de
comunicación). Al agregar a los horrores desencadenados por el cambio
climático la trasgresión del amor entre generaciones muy alejadas, se
esperaría que ejes tan atractivos organizaran un espacio conceptual y
emotivo neurálgico, a pesar de su potencial no culmina con felicidad,
así que más allá de la simpatía despertada concluyo advirtiendo que es
un cuento fallido.
Terminal
410 (Febrero 1996 – Finalista Premio Palpa 1993) Víctor Hugo Flores: Va
de “Love Story” con cronoviajes y multiverso a planeta devastado y
sujeto a una dictadura cientifico-militar, pero… en un imposible marco
newtoniano. Las peripecias de los interceptores temporales y los sucesos
bélicos resbalan sobre nuestra conciencia sin provocar ningún
dramatismo. A pesar de su linealidad llega a volverse confuso en algunos
momentos y no alcanza a convencernos. Diversas influencias que
comprenden desde el Asimov de “El fin de la eternidad” hasta “La
patrulla del tiempo” de Poul Anderson se codean en sus páginas, no
obstante, incorporados con desaliño. En la edición en PDF de CF en
México por Gonzalo Martré, el maquetado facilita la lectura, recomiendo
que ingresen a http://www.publicaciones.ipn.mx/PDF/1357.pdf para un goce apropiado.
El
festín de los egos – Secreto a voces (capítulo VIII - febrero de 1996)
José Zaidenweber: ¿Alambicado? ¿Borroso? Una utopía concretada,
gobernada por científicos, políticos y sacerdotes, donde los roles
continúan imperturbables, los varones analíticos, las mujeres sensibles y
buenas compañeras sexuales (agregaré que con oficios de servicio
cultural: periodistas o bailarinas) es destemplada, así puntualizada. Y ,
sin embargo, el acople estructural que surge de la idea de oponer
parejas con científicos machos y hembras antagónicas, no era
despreciable, impulsaría muchos molinos de oraciones o neuronas
represadas si se plasmará en proporcionada redacción, pero lo poco
mostrado no me permite el halago sino el rechazo; a pesar de ser el
presidente fundador de la revista y preciso por ese motivo no debieron
caer en la tentación de publicarlo sin pulirlo.
Haikus
Ciberpunk y La mujer del cazador de hombres - comic (Feb1996) José Luís
Zárate: La poesía y modelos derivados no son mi fuerza, pero diré que
al autor lo conocí gracias a los Minicruentos , ingeniosos e irónicos,
burlones y raudos, que Francisco José Suñer Iglesias, publicará por allá
por los 90’ en su indispensable www.ciencia-ficcion.com
, los Haikus distraen acercando ciencia y ritmo poético, lo que no es
poco, el comic basado en su relato a pesar de un lápiz que no alcanza a
la claridad expositiva y un entintado tosco, se sigue con interés al
aludir a androides asesinos programados para enamorarse de una imagen
femenina hasta la eternidad. Rally, el artista que perfila su contenido,
estuvo mejor en la viñeta de presentación para Terminal 410.
En las secciones fijas encontramos:
Crónicas
paralelas (Febrero 1996) Ricardo Guzmán Wolffer: Trata de crear
situaciones humorísticas mezclando la prospectiva con critica social y
la sátira política con inserciones científicas, en algunos momentos
parece que levantará vuelo, quizás lo logre en otros números, en este
aún esta en proceso de lograrlo.
El
Rincón del Factótum (Febrero 1996) Héctor Chavarría: Nos sacude el
cerebro con testimonios impresionantes destinados a demostrar la
fragilidad en que se basan ciertos comportamientos cotidianos y la
necesidad de la expansión permanente del conocimiento para evitar
ridículos errores como los presentados en el apartado de montañismo.
Por
primera vez los robots (Febrero 1996) Bruno Henríquez: Lo conocí en
Bohemia, esa revista de letras marrones que aprendimos a querer much@s
latinoamerican@s, en la actualidad es guionista y conductor del espacio
“Energía y Ambiente” de la revista científica de Radio Habana, he
seguido con interés sus relatos sobre robots, que exaltan el humanismo y
las paradojas, pero me parece que el texto que comento o es demasiado
simple para lo que eran mis expectativas o quizás se redacto con algo de
apresuramiento. El esbozo de Iván Silva que lo acompaña sin ser
excepcional, descuella sobre los demás ilustradores del volumen, por
asimilar influencias sin doblar la muñeca y captar con claridad las
indicaciones emanadas del informe.
Cienciaficcionáutica
(Febrero 1996) Gerardo Horacio Porcayo: Nos traspasa información que
cualquier aficionado quisiera tener a su alcance, además recuérdese que
se editó antes del boom de Internet, cuando difundir era una tarea con
frecuencia ingrata (lo que recogías se marchitaba antes de entrar en
prensa).
Reseñas
Estelares (Febrero 1996) Blanca Martínez: He contraído un penetrante
respeto ante la pléyade de escritores mexicanos con que tropecé en
publicaciones digitales como A quien Corresponda (gracias a Luís
Pestarini, director de la revista argentina Cuasar pude agenciarme
algunas en papel), Goliardos, Azoth, La Langosta se ha posado, Realidad
Cero, Umbrales, Vampiros LoboSector, Oscuro Retorno y Anual, Blanca
Martínez es una de esas personas. De Reseñas Estelares podemos agradecer
su brevedad, pero no su dispersión, ya que al culminar no hemos
saboreado ni adquirido claves o esencias que vayan más allá de lo
esperado, no hay opinión con sorpresa ni información con valor agregado.
O de nuevo mi listón estaba colocado demasiado alto por lo que conocía
de su obra.
El
Ratón Cinéfilo (Feb1996) Aldo Alba: Aunque rozan lo superficial no están
desorientados, aciertan en el blanco, parece contener una pifia
aparente en el uso de la palabra necrófilo, advierto por haber gozado de
Delicatessen que no se asume como el placer erótico con cadáveres sino
como la atracción morbosa por la muerte.
Pretendo
comentar aparte los microchips, que aparecen en abultada cifra,
tratando de decir algo, no acerca de cada uno, pero si sobre la mayoría:
En conjunto devienen o pseudofilosóficos, que resultan molestos (y
vacíos como los de Ariel Martínez) o demasiado gastados (Evaluación,
sobre las cucarachas; Contacto; Enfoque, Tanta conciencia), o simplones
(Mágicas palabras) o semimísticos (El guardián de la tierra), aunque
afilan el ingenio aún queda reiterando a César Vallejo “mucho por
hacer”.
Principio de los Tiempos: Blanca Martínez: No sólo un estremecimiento de horror, sino también un latido de esperanza.
Anatolio
Sauceda Castillo: Enfoque: No logra levantarse sobre sus patas, como
quiere exigirle al cocodrilo del experimento. Conclusiones: Insiste,
pero como dice su final… sigue cayendo. Sala de espera: Alusiones a
geometrías deudoras del teseract un tanto desmeduladas. Contacto:
Debería ser Trillado Primer Contacto observando una niña, a pesar de su
sencillez logra su cometido. Evaluación: Capto que las Blattidae se
comunican por telepátia.
César
León: Mágicas palabras: Ni juego de palabras, ni broma, simplemente
horrible. Tanta Conciencia: Otro interminable, a pesar de sus 17 líneas.
El mar: Melancólica estampa a la que faltó pulimento para ser atrayente.
Linda Escoto Campos: El guardián de la tierra: Cansa llegar hasta el punto final.
Aldo Alba: Como todos los días: Intenta jugar al humor oscuro, casi lo consigue.
Xavier
Del Río Aspra: Sombras: Se copia de Sturgeon, pero del modo incorrecto
En algún otro lado: Pesimista sin remedio… y eso que el personaje era un
guionista de comic Ella: Desencuentro televisivo de un alienado,
agradecido por su brevedad .
Angel Aguerrebere: El camino de la luz: Posee encanto, sin piedad mezcla Cortázar y Silverberg.
Efraín
Shor: La Mosca: Retoza con el espanto, más no consigue bañarse en sus
aguas, y menos con el frustrante párrafo final y su patético intento de
socarronería, cuando debería bastar un banquete necrófilo.
Jorge
Romero Hernández: Lymbus, la ultrazona: No conquista la trascendencia y
permanece en el terreno de lo insípido, en un par de momentos parece
que fuera a arrancar el motor, el último párrafo es prescindible, ni
explica ni aporta.
Patricia
Laurent Kullick: Olvidadizo: Leve e irónico, la imagen del científico
distraído que prevalece en el imaginario popular.
Eduardo Lizalde Farías: Azul: Lamentable incursión en el fantástico.
Ariel
Martínez: En algún momento, a medida que los leía, pensé que debían
acoplarse, pero concluí seguro de que su pretensión es incomprensible El
manto terrestre: Contrapuesto al cielo, pero… ¿para qué? Un Día: Parece
que siempre usara un exceso de palabras Otro Día: ¿Filosofando?
¿aburriendo? ¿reflexionando? Un Día más: Repito lo anterior, trata de
agarrar el hilo conductor, pero lo extravía 4/6: Con decir que se hace
largo es suficiente Después: Algo debe impedirle encontrar las frases
justas.
Para ilustrar este post me he basado en lo fundamental en los tres artistas que con sus dibujos le agregaron valor gráfico a los relatos originales: Gary Freeman (GF), AC Farley (ACF) y Broeck Steadman (BS); asimismo van las carátulas de la Asimov CF mexicana y las tres USA de donde provienen los textos, para una mejor guía detallo:
1. In the Sewers (a su vez portada de Heavy Metal Enero 2005) GF
2. Hombre Dios de Jean Picazo (revisitado y rescatado) & Portada de la Asimov 08 mexicana
3. Queenblade - Hecubah (GF)
4. Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, April 1994 (Pamela Lee)
5. Gilgamesh - Uruk (GF)
6. Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, April 1992 (GF)
7. Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, January 1989 (ACF, como muestra de su oficio, ya que esa carátula no corresponde a ninguna de las historias)
8. Isaac Asimov's Science Fiction Magazine, September 1991 (BS)
9. Promises to Keep (BS)
10. Kali Heavy Metal May98 (BS)
11. Twins de Carolyn Cooney (BS)
12. War Story (GF)
13. Hell On Wheels (ACF)
14. Spirits in the Forest Mist (GF)
15. Planet of the Dead (ACF)
16. Valkyrie (GF)
17. Power Down (GF)
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