Energía y techo energético
Cuando el destino nos alcanza
Advertencia: La
crisis ambiental aceleró tanto que de mis textos premonitorios es
aquel que más colgado y desactualizado ha quedado, no obstante,
decidí compartirlo por que demuestra que la investigación respecto
al cambio climático es sólida a pesar de lo que refunfuña mi amigo
Huguito.
Desde los lejanos
días cuando el servicio secreto intervino la edición de Astounding
por incluir entre sus páginas el famoso relato de Clive Cartmill
sobre la energía atómica hasta el instante en que Díaz
Hochleitner, tercer presidente del club de Roma arremetía contra los
opositores a la energía nuclear, habían transcurrido casi cinco
décadas de encuentros y desencuentros sobre opciones energéticas
que quedaron registradas de diversa manera en el género, él
explicaba así las variantes :
"...el
número de víctimas por accidente nuclear no es comparable con el
producido por otras industrias energéticas... El problema de la
energía puede ser planteado en los siguientes términos: con todos
los males que trae consigo, y que nosotros no negamos, la energía
nuclear es una amenaza mucho menor que la catástrofe del "efecto
invernadero" que ya hemos puesto en marcha. Eso es de tal
gravedad que, de no tomar medidas, dentro de 50 años la tierra se
tornará un verdadero infierno para los que en ella vivan. En este
sentido decimos que hay que reestudiar la alternativa nuclear. Y la
decisión de optar o no por ella no podrá ser una decisión
política, sino una decisión que se apoye en la actualidad del
conocimiento mas sofisticado en este campo... lo mas deseable es que
no haya necesidad de utilizarla nunca, principalmente por el difícil
problema de los residuos... tenemos que acelerar las investigaciones
para unas energías baratas, limpias y seguras. Y eso es la energía
de fusión".
(El Independiente 29/09/91)
Claro que
Chernobyl, Three Miles Island o Fukushima no se cuelan entre estas
líneas; parecen no haber sucedido, cual si moraramos en un universo
alternativo.
En los 50' Lester
del Rey nos había sacudido con "Nervios", David Duncan con
"El planeta negro" nos mostraba los peligros de la
antimateria y E.C. Tubb en "El mundo en peligro" sin
aludirla por su nombre nos mostraba como la materia oscura devoraba
al planeta despertada por un experimento descontrolado (Robert Sawyer
lo retomaría con “Flashforward” y el accidente que genera el
Gran Colisionador de Hadrones provocando la desaparición de una
parte significtiva de la humanidad; también Tom Perrotta con la
novela y la serie de TV: The Leftovers). No obstante, se daba por
sentado que la energía nuclear o la de fusión serían las elegidas,
ya fuera para impulsarnos a la conquista del espacio o para demoler
la civilización bajo el impacto de miríadas de bombas-A.
El interrogante
era ¿Cómo llegamos a una declaración que proviniendo de un miembro
del club de Roma podría considerarse un exabrupto? y que tanto
lectores como autores de CF sustentarían en mayor o menor grado por
el agotamiento sucesivo de los paquetes energéticos a los que se ido
recurriendo; el humano y su labor productiva, la leña, las bestias,
el agua, el viento; finalmente el carbón y el petróleo, provisión
barata y opípara (pero no reciclables). Las ciudades y las fábricas
se fundaron al lado de las minas, el motor a vapor fraguó una
alianza indestructible con el carbón permitiéndole al "hombre
fáustico" victoriano, pionero de la "revolución
industrial" domeñar el orbe. Bermúdez Castillo nos presentaba
un planeta bajo esas circunstancias en “Viaje a un planeta Wu-Wei”.
El petróleo y similares se derramaban incontenibles en sucias oleadas sobre la estructura del capital, lubricando, devastando, impulsando artilugios y mecanismos financieros y nutriendo el ciclo de ganancias del capital. Altamente contaminantes y muy baratos, parecía que no se terminarían nunca. La crisis petrolera del 73 se convirtió en una dolorosa campanada de alarma. El horizonte empezó a madurar para descentralizar efectivamente las fuentes energéticas y disolver el monopolio de las "7 Hermanas", buscando nuevas energías, renovables, cristalinas, inextinguibles como la luz del sol o el hidrógeno o el agua pesada (deuterio o tritio). Pohl con su característica olfato por los problemas energéticos ya había apuntado hacia esa alternativacon acierto en “Guerra Tibia”. Sin embargo, la codicia de las corporaciones frustró ese imprescindible tránsito y nos entregó a las maniobras fiancieras que culminaron en la crisis del 2008 y que aún se mantiene con tasas de interés tendiendo a cero, emisiones de billones de dólares que van en línea directa a los bancos y al 1% del propietariado.
El inconveniente,
no contemplado en el ciclo de innovación tecnológica, consiste en
que muchas de esas tecnologías ya imaginadas y en etapa
experimental, no estarán listas según dicen algunos expertos hasta
dentro de tres decenios para su utilización masiva. El experimento
exitoso de fusión nuclear en Inglaterra en noviembre de 1991 duró
segundos y disipó un formidable raudal de energía en tan diminuto
lapso; pero, las centrales viables -lastradas además por el estigma
de la concentración y la gran escala que estamos empeñedos en
mantener y que no desean abandonar los todopoderosos-, apenas estarán
instaladas y serán operables a partir de 2040.
Se señala que un
poco más pronto, por medio de otros métodos tecnológicos, dentro
de un par de décadas se logrará dispersar centrales en la Luna que
absorberán energía solar continuamente para enviarla a la Tierra en
forma de electricidad con la ayuda de micro-ondas. Dispositivos de
varios kilómetros cuadrados (40 para una ciudad como Nueva York)
esparcidos por todo el planeta e instaladas en las zonas agrícolas e
incluso en las marismas recogerían esta electricidad emanada desde
la Luna y la distribuirían a través de tendidos tradicionales de
manera autónoma, lo que quizás impediría apagones generalizados
como el del 14 de agosto de 1996 en Norteamérica. Un escenario que
podría llegar a ser global en 2050.
Mientras ese
próximo ciclo energético adviene, transitaremos por "terra
incógnita", esa que en los mapas de la época de las grandes
exploraciones oceánicas se signaba con el rótulo "Aquí hay
leones... o dragones". Afrontamos un dilema, incrementar la
energía utilizada en producir a lo largo del tiempo, lesiona la
capacidad mostrada por los ecosistemas para autorregenerarse y de la
biosfera global para mantener dentro de rangos determinados, mas o
menos estables, la temperatura. Lo paradójico es que las soluciones
sugeridas y que poseían las mayores potencialidades empiezan a ser
cuestionadas antes de ponerse al servicio del público: Se señala
que la economía del hidrógeno, que parecía invocada para
instituirse como modelo energético del siglo XXI, puede ser más
nociva para el ambiente que la economía de los combustibles fósiles,
según un modelo teórico desarrollado por científicos del MIT, ya
que con las actuales técnicas de producción, almacenamiento y
transporte, la sustitución de una economía por la otra originaría
fugas en la atmósfera de entre un 10% y un 20%.
El panorama
diseñado es el siguiente: el hidrógeno, que es un gas ligero,
alcanza rápidamente la atmósfera triplicando el número de
moléculas presentes y reacciona con el oxígeno para formar agua. En
la estratosfera, la multiplicación de las moléculas de agua
perturba la química del ozono y provoca una ampliación del agujero
que ya se ha creado sobre los polos. El hidrógeno sería
especialmente perjudicial para la capa de ozono, que perdería un
ocho por ciento adicional de su densidad en este escenario de uso
masivo de pilas de combustible.
Los datos sobre el
"efecto invernadero" presentan tal cúmulo de evidencias
que sólo resta planificar para enfrentar las catástrofes venideras:
El calor registrado a finales del siglo XX coincide con las mayores
concentraciones de gases en la atmósfera y resultados de
investigaciones recientes, realizados a partir de indicios fósiles y
sedimentos marinos (Climatic Research Unit, de la Universidad de East
Anglia, Norwich, UK), establecen que el calentamiento global que
padece el hemisferio norte no tiene precedentes y que está asociado
a la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera,
lo que priva de argumentos a los gobiernos reacios a suscribir el
Protocolo de Kyoto, la temperatura global de la Tierra en los últimos
2.000 años ha aumentado al compás de las actividades humanas, pero
la amplitud del calentamiento del clima observado desde hace treinta
años en el hemisferio norte supera ampliamente a la escalada de la
temperatura registrada entre los años 800 y 1400 de nuestra era
(para contexto les dejo un link dedicado a la situación en el Ärtico
este año:
https://www.lavanguardia.com/natural/20190803/463819752847/cambio-climatico-groenlandia-ola-calor-deshielo-artico-incendios.html).
El ahorro ante la sangría y el despilfarro del norte es indispensable, verbigracia: se volatilizan 22.000 calorías vegetales para conseguir 270 calorías cárnicas (guarismos hallados por David Pimentel, de la Cornell University), de allí la necesidad perentoria de modificar la dieta de los derrochadores; mas para evitar el decaimiento del rendimiento no queda otro remedio que ascender la espiral de la complejidad hacia una tecnología mas eficaz. Un proceso de cuya letalidad no podemos evadirnos, y que vendrá a cobrar los excesos en una forma que aún no imaginamos, pero que hipótesis como Gaia prefiguran draconiana contra la especie humana. Haldeman en "Paz interminable" aborda desde el ángulo de la intervención militar y el control de espacios políticos e informativos el tema culminando en una de las revoluciones más originales descritas por el género en los noventa como manera de salvarnos del desastre; la Radio de Darwin apunta, mutación mediante, en dirección similar: sólo un milagro parece que podrá salvarnos.
El camino seguida
hasta aquí por el capital está a punto de cerrarse, techos
ecológico, energético, financiero, etc. lo acosan por doquier.
Compatibilizar el Norte Industrializado y el Sur devastado, -si
creemos lo que la ciencia demuestra: que pertenecemos a la misma
especie-, conduce hacia una nueva tecnología, una nueva ética y un
nuevo sistema socioeconómico. El resultado, mixtura de suerte y
habilidad, se conseguirá luchando contra la adversidad con mayor
vehemencia, pero al mismo tiempo con mayor tolerancia y fraternidad.
Reitero motivos para ilustrar este post y mantener idénticos criterios a los explicados ayer: invoco a las estupendas obras de uno de mis pintores favoritos, el polaco Karol Bak, y gracias a que el tema se prestaba a un cierto nivel de abstracción decidí continuar decantándome por ese sólo artista, decisión que espero sea de vuestro agrado ya que los tres textos están entrelazados. Exhorto a que continúen atendiendo al aviso sobre la indiferencia de Pinterest por los nombres de los dibujos, no se caracteriza por identificarlos, así que la mayoría (m) se me siguieron ocurriendo mientras los observaba.
1. Ariadna
2. Nice Butt (m)
3. Breath (m)
4. Identity
5. Floating (m)
6. Odyssey (m)
7. Mantón de Manila (m)
8. Things I like
9. Tied Lightly (m)
10. Nubia (m)
11. Tutsi (m)
12. Yellow Paper (m)
13. Samotracia (m)
14. Zalotnica II
15. Flexibility (m)
16. Circle (m)
17. Foam (m)
© Luis
Bolaños; 20-02-04 / Restañando
heridas ocasionadas por el devenir de los acontecimientos: 14.08.19
Comentarios
Publicar un comentario