HARDWARE, SOFTWARE, ORGWARE 01
Del "milagro termodinámico" a las "estructuras
disipativas"
El
universo y la vida se mantienen sobre cimientos azarosos mas no
accidentales. La entropía,
que empuja al desorden demoliendo el significado, y la información,
que disfruta de la incertidumbre inherente a la entropía -para
generar nuevas organizaciones y estructuras-, coexisten en el marco
de una dinámica relación conflictiva, pero complementaria. A
diferencia de la energía y la materia, la
información si se crea y si se destruye,
por eso la vida "milagro termodinámico" como la titula el
escritor polaco de ciencia-ficción Stanislas Lem, a pesar de
sujetarse a las leyes de la materia y la energía origina con las
redes relaciones ambientales y con la gramática del mensaje genético
contenido en las espirales del ADN, distribuciones, estructuras y
organismos cada vez mas ricos y complejos alejándose inexorablemente
de la simplicidad, la uniformidad y la trivialidad.
La
obsesión newtoniano-cartesiana por el orden asfixiante y la cantidad
como norma analítica deviene inútil si nos apoyamos en la
probabilidad, que derivada de la incertidumbre entrópica, es capaz
de organizar diferentes niveles de orden/desorden y burlar la
entropía. La vida es el máximo ejemplo de esa paradoja; y si la
energía en cantidad es siempre la misma, lo que debe preocuparnos es
su calidad.
Clausius, progenitor de la termodinámica, condensó su remate
teórico-investigativo en un dístico sonoro: "La energía del
universo es constante. La entropía del universo tiende a un máximo".
Así,
la entropía es probabilística y como sostiene Olivier Costa de
Beauregard es al mismo tiempo subjetiva y objetiva, motivo por el
cual ninguna investigación puede
prescindir del observador que la mide,
o lo que es lo mismo ningún investigador puede aislarse de su objeto
de estudio ya que según la información que sobre el fenómeno
atesora en su cerebro, la entropía continua "funcionando como
el eje entre la materia y la mente, que están atadas y producen
reacciones entre sí". Por este meandro se ingresa al terreno de
lo social, de allí que sin ambages puedo afirmae que sin
organización no existe información que transmitir, sin pluralidad
política (sobre todo cuando la sociedad civil está obturada por el
autoritarismo, la dictadura o el militarismo) la realidad se vuelve
monótona, restringida, y por la falta de novedad, aburrida.
Ejemplo:
“el milagro”, “el paraíso”, “el modelo”, llamaban desde
el neoliberalismo arrasador a Chile, su gente soportó encorsetada
por la Constitución pinochetista hasta que han terminado reventando la
burbuja con su rebelión y aventando esa imagen detenida en el golpe, pero que por
obra y gracia de su manifestación masiva en calles y plazas ya transita por el dibujo exaltado
de las últimas palabras de Salvador Allende “Sigan ustedes
sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las
grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una
sociedad mejor”. La diversidad es inevitable en cualquier lugar con
vida. Pablo Navarro en “El fenómeno de la complejidad social
humana” nos recuerda que “la sociedad humana es al mismo tiempo
una colección de sujetos cognitivos y pragmáticos” que cambian a
la sociedad simultáneamente mientras se cambian a si mismos actuando
en redes, y eso lo demuestran las masas tanto en Chile como en
Francia con los Chalecos Amarillos (agregar Haití, Panamá, Honduras, etc.).
Boltzmann
aceptaba el artificio de las imágenes mentales, y siguiendo a Goethe
afirmaba que el pensamiento siempre añade algo a la experiencia, va
mas allá de la ilusión fáctica y encuentra en las ecuaciones
matemáticas un medio abstracto pero certero para explicar el
comportamiento de la materia. Utilizando la Ley de Maxwell (primera
ley estadística) y apoyándose en la Ley de los Grandes Números de
Bernoulli, penetró en el misterio de la entropía como fin de la
reversibilidad newtoniana, y por lo tanto de la construcción de
sistemas formales; la irreversibilidad
con datos imprevisibles, sólo asimilables estadísticamente,
constituía la base de la realidad. Erwin Schrôdinger en "Qué
es la vida?" lo aplica a los organismos vivos que "...aumentarán
continuamente su entropía (produciendo entropía positiva) -y
tenderán a aproximarse al peligroso estado de entropía máxima que
es la muerte-. Sólo podrán mantenerse vivos, extrayendo
continuamente entropía negativa de su medio ambiente... o expresado
menos paradójicamente, el punto esencial del metabolismo es aquel en
el cual el organismo consigue librarse a si mismo de toda la entropía
que no puede dejar de producir mientras está vivo."
El
avance irresistible del desorden era tan abrumadoramente probable que
se tornaba seguro. Gestar un procedimiento “ordenado” resulta
entonces, desmedidamente caro; de allí se deduce que un sistema
afirmado sobre una organización
neg-entrópica
como paradigma
termodinámico,
que acoge la heterogeneidad y la diversidad como factores fundantes,
podrá ser eventualmente mas eficiente (“el error forma parte del
sistema” y “la realidad es impredecible”) pero siempre será
mas barato y divertido. O en palabras de Prigogine: "El hecho
notable es que las estructuras de este tipo (con elevado nivel de
cooperatividad
desde el punto de vista molecular) son creadas y mantenidas gracias a
los intercambios de energía con el mundo exterior, en condiciones de
no-equilibrio. Por esta razón se llaman estructuras disipativas".
Además,
por inferencia, quienes aman la libertad y sus eternas variedad e
invención, y la democracia que precisa y limita mediante deberes y
derechos (tendencia más probable de la entropía) saben que si esos
valores coexisten en la sociedad civil derrotarán de manera
irreversible a quienes anhelan y detentan el control y el poder (con
monotonía fascista y enormes costos sociales) en alguna ocasión.
Comprender este principio fortalece la tolerancia
y debilita cualquier intentona autoritaria, condenada a perecer,
aunque en el ínterin provoque daños y dolores incontables, como
está sucediendo con la larga agonía que ha iniciado el sistema
capitalista.
Resumiendo,
el desorden es rico en probabilidades pero inutilizable (no sabemos
hacia donde apunta), el orden es pobre en probabilidades y especular
(se contempla a si mismo y se autojustifica); la organización es el
enlace entre riqueza y utilidad, porque permite integrar orden y
desorden en complejas dimensiones, similares a la vida, ya que la
entropía, de todas las leyes físicas es la que mas se le aproxima.
Prigogine está convencido que de la materia desorganizada, mediante
la creación de orden por fluctuaciones, surgen de modo natural
sistemas organizados en forma abierta, - aquellos que intercambian
materia y energía con el entorno circundante -, que tienden a una
complejidad
siempre creciente,
alcanzando estados equifinales
de equilibrio dinámico (lejos de la entropía máxima), a pesar de
las pertubaciones que enfrente o de los distintos puntos de arranque
que utilice, lo cual significa que la información aún degradándose
es útil, evento que resulta hondamente optimista anta la creciente
avalancha de fakes y mentiras que vuelcan sobre nosotros los MMI para
prolongar el dominio de la corporatocracia sobre el planeta.
Este artículo es uno de tantos intentos a
contracorriente de los MMI manipulados por los lacayos y lamebotas del capital y que busca expresar como la física y la biología
permiten interpretaciones que sustentan la democracia y la libertad
en contra del autoritarismo y la opresión.
Arte tomado de Pinterest - (l) corresponde a los nombres inventados
1. Avalon de Jonathan Solter
2. Winter Grace de Jeffrey Evans
3. Kali (l) Artista Desconocido
4. Soul Consumed de Swapnil Mathur
5. Montgolfiera de Joe Loyo (i)
6. Pareidolia de Zoe Benítez (Manafold)
7. Green de Sam Woolfe
8. Cool de Alex Grey (i)
9. Mechaluminous Oasis de Jonathan Solter
10. Eye de Jaroslaw Jasnikowski (l)
11. Heart of Fire de Cynthia Sheppard
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