Ciencia y Ciencia-Ficción: Gemelos muy avenidos

Como se modelan mutuamente la CF y los paradigmas de la tecnociencia 

Pocas veces nos paramos a reflexionar como dos campos pueden influirse con talante recíproco, pero si algo hay cierto es que los hechos culturales son muy difíciles de separar como me recuerda mi hijo Leonardo. Por eso revisando este texto de 2003 me ha cautivado como sigue siendo cierta una gran cantidad de afirmaciones, pero embutidas en el corsé de la época en que se redactó, lo cual se nota en la elección un tanto desfasada de autores y obras de CF, lo cual significa que la ciencia envejece más lenta manteniendo su prestancia. 


 Para ilustrarlo recurro a René Magritte, uno de mis pintores favoritos del siglo XX, imaginativo y surrealista, opté por arrimar mi ascua a las sardinas de Pinterest y Wahooart (advirtiendo a esta gran web que Nirgal22 no es comercial y sólo funciona para compartir textos e imágenes, para que no sientan que vulnero sus derechos)

Al revisar obras como MÁS ALLÁ DE LA TEORÍA CUÁNTICA de Michael Talbot, donde se señalan algunos de los nuevos senderos que se abrían ante la ciencia del siglo XXI, podemos aceptar lo que señalara el editor de ciencia-ficción Donald Wollheim en una entrevista en los sesenta: la realidad está de manera permanente siendo reconstituida mediante bucles de retroalimentación por la ciencia-ficción. Y añadir asimismo que la CF en un juego de feedback especular es constantemente reconstruida por los avances científicos sobreviene inevitable.  

La CF brota como una forma literaria preñada de ideas a la cual tienen acceso los científicos que en su etapa de aprendizaje infantil y/o juvenil recibieron sus influencias en un momento determinado, estableciendo en ocasiones el derrotero a seguir y pergeñando los borradores de las hipótesis a esgrimir cuando llegan a comandar las investigaciones en curso en sus universidades o instituciones. Es así como las ideas ofrecidas desde la CF se truecan en investigación en sus ejes de realización y plasmación concreta. 

Frecuentemente los lectores de CF se convierten en los responsables de los grandes centros experimentales o de investigación tanto en los países del norte hiperdesarrollado como en los países del Sur, con una cierta tradición de produc-ción de textos de CF (México, Argentina) y entonces la inseminación empieza ofre-cer sus frutos. Sagan en EL SERMÓN DOMINICAL explica esa visión precisando los errores y los límites, pero sin dejar de observar como ese proceso de retroalimentación modela al propio investigador.  

Literariamente podemos imaginar un ejemplo de científico, lector de CF e impactado por los acontecimientos que vive encarnado en Gaverel Rocannon, quién en El Collar o La dote de los Angyar, preludio de EL MUNDO DE ROCANNON, redacta con sentimiento una leyenda empapada en física relativista. El capítulo y la novela, que se encuentran impregnada de esa sensación de maravilla típica de la CF, a pesar de ajustarse a los efectos einsteinianos, logra tornar, recurriendo a la emoción, aún más efectista el remate de la historia.  

Talbot aborda los resultados de algunos aspectos fundamentales explorados últimamente por la ciencia, los cuales obligan a un replanteo del paradigma científico newtoniano-cartesiano aún en uso; tales corolarios son explicados y utilizados como los ejes articuladores del mensaje del autor destinado a romper con el viejo modelo del mecanicismo reduccionista:  

1. Arranca con el experimento de Alain Aspect, que despliega incluyendo las derivaciones de Jean Dalibart y Gérard Roger con sus dos implicaciones: 

 a) Talbot argumenta que la realidad objetiva no existe en un estado definido: tema de múltiples novelas que van desde MUNDO SIMULADO de Galouye hasta EL TÚNEL AL FINAL DEL MUNDO de Frederik Pohl, pero sobre todo Philip K. Dick con obras como ÜBIK, OJO EN EL CIELO, TIEMPO DE MAR-TE, etc.; sin olvidar que elementos de las mismas fueron utilizados en pelí-culas de mucho éxito, como la nominada al Oscar THE TRUMAN SHOW;  

b) Culmina afirmando que es posible comunicarse con el futuro o el pasado a una velocidad superior a la de la luz en un universo no local (comunicación instantánea a distancia). Este es uno de los recursos habituales del género y que por medio de ingeniosas explicaciones comparten desde los clásicos como Asimov o Anderson hasta los relativamente recién llegados como MarshallSmith o GregoryBenford. Además han sido utilizados también para la saga de Star War o las series de TV Star Trek, Babylon 5 u otras.  

El experimento propuesto teóricamente por Bell y realizado en 1982, permite una conexión entre superficies Moebius, de tal manera que con una de sus caras en esta dimensión y otra cara en otra dimensión distinta, nos permitiría evadirnos de las demarcaciones espaciales impuestas por el mundo tridimensional mediante lo que los físicos llaman « correlación de los fotones por causas no locales».


En CF correspondería a los convenios conceptuales denominados subespacio (
David Brin en LOS ASTRONAUTAS HARAPIENTOS), hiperespacio (Bertram Chandler y su Saga del Rim), « vacío que vincula» y ultralínea (en la saga Hyperion-Endymion de Dan Simmons), quizás en cierta forma a los « agujeros de gusano» (CONTACTO de Carl Sagan y el correspondiente film), etc., poderosas convenciones que permiten desarrollar las más «descabelladas» aventuras, claro que tal término sería peyorativo sólo en términos de un universo puramente newtoniano-cartesiano, ya que en el universo fractal de la complejidad autoorganizada sería tan válido como el considerado normal.  

El Multiverso que Michael Moorcock nos presenta a través de las peripecias trágicas o patéticas de sus protagonistas (Elric de Melniboné, Ereköse, Córum Jhaelen Irsei) o la infinita ciudad de Ámbar descrita por Roger Zelazny en su serie de los Príncipes de Ambar se basan en esas características del mundo subatómico de crear ondas probabilísticas para trasladarlas al macrocosmos (explicadas por Sir Rees, el astrónomo real británico) donde el « Campeón Eterno», Corwin y sus hermanos despliegan sus aventuras.  

En la propia estructura de la materia estaría contenido en germen tanto la concreción de un universo particular (este que moramos) como la existencia de infinitos universos probabilísticos: la solidez del nuestro parecería sustentarse en la desintegración perpetua de una fantasmal y esquizofrénica multiplicidad de probabilidades —vía el reino subatómico—.  

Para una explicación más autorizada habría que revisar FIN de Close que sugiere finales diferentes para el universo en consonancia con los recientes descubrimientos sobre el universo bebé (marzo 2003), la materia oscura, la energía oscura y la materia normal, apunta salidas diversas: no sólo un big crunch (usado por Sawyer en su novela EL CÁLCULO DE DIOS) o un congelamiento entrópico (clásico recurso desde escritores como Edmond Hamilton hasta Alfred Elton van Vogt, sino a una disolución (menos frecuente pero que encontramos en versión corta teñida además de política local en ESCAMOTEOS de José de Ambrosio).  

2. Talbot recurre a las evidencias acerca de cómo la forma y la inteligencia natural de los animales (humanos incluidos) es moldeada por un campo morfogenético (similar al inconsciente colectivo de C. G. Jung) , que se expresa casi espectralmente, y es capaz de comunicarse a través del espacio-tiempo (según Rupert Sheldrake).  

Ursula K. LeGuin en EL NOMBRE DEL MUNDO ES BOSQUE otorga a los nativos del planeta Athshe esa facultad de acceder a los recuerdos globales de la especie como si el tiempo no existiera; pero recordemos como la presencia de los humanos también llega a contaminar su inconsciente colectivo con las imágenes violentas que pululan en la mente de sus invasores, empujando a los Athshe a realizarlas  

Pertenecen además a este campo los glifos de los tymbrini (aliados de los terragens en la serie MAREA ESTELAR de David Brin) y la captación colectiva e intuitiva por parte de chimpancés, delfines y gorilas, manipulados genéticamente, de un conocimiento que yace en los pliegues del tiempo y que procesado les permite convertirse en especies sapientes y escapar a sus propios condicionamientos. Así, elevados a la categoría de sapiens en LA REBELIÓN DE LOS PUPILOS se convierten en elementos imprescindibles para escapar a la derrota y a la extinción a manos de los gubru, sus enemigos pajaroides. Pueden agruparse en ese tipo de manifestaciones, buena cantidad de los relatos y novelas sobre telépatas y poderes Psi, desde SLAN (Alfred E. Van Vogt) has-ta MUTANTE (Henry Kuttner & Catherine L. Moore) pasando por MUERO POR DENTRO de Robert Silverberg o JAQUE MATE PSÍQUICO de Lester Del Rey).

3. Las operaciones del mundo subatómico sólo tienen sentido si suponemos la existencia de otras dimensiones más complejas, que mediante pliegues y repliegues reconstituyen la realidad (David Bohm). El spin del electrón es de ½, de allí que deba girar 720 grados para dar una vuelta y no 360 como debería ocurrir en un universo newtoniano, tal evento quizás se relaciona con la probable existencia de dimensiones adicionales en el nivel subatómico. A esto se agrega el efecto túnel del electrón que adivina que va a tropezar con un obstáculo y se desvanece para surgir más allá de la barrera como si hubiese transitado por una dimensión extra; recordemos que utilizar ese fenómeno para amplificar señales electrónicas ha permitido la eclosión del transistor.  

Tanto en space operas de los setenta (MÁS ALLÁ DE LA REALIDAD de Donald Pfeil) como en antiguos textos de los treinta (COLOSSUS de Wandrei), inteligentes aventuras de los cincuenta (EL HOMBRE MENGUANTE de Richard Matheson), o clásicos sagaces de los 40 (DIMENSIÓN FATAL de Hrry Bates) se encuentran huellas anticipadas de esta teoría, claro que expresadas frecuentemente con errores científicos, pero vinculándose a algunas de las consecuencias teóricas revolucionarias de la física contemporánea.  

4. Es fácil deslizarse en este punto de la redacción al Principio de Incertidumbre de Heisenberg, tanto en lo relacionado con la capacidad del quanto de estar en varios lugares a la vez (evento que disuelve, disgrega la capacidad de observación de los investigadores), como con la imposibilidad de medir y registrar simultáneamente la velocidad y la posición de una partícula en el mundo subatómico –lo cual implica que cada uno de los conceptos (velocidad y posición) requiere un experimento diferente para que se manifieste debido a las cualidades intrínsecas de esa particular manifestación.  

También aquí habría que recordar el holograma multidimensional de Pribram como imagen del universo. De allí, de ese punto de la reflexión, podemos inferir que no es tan solo un ejercicio de lógica que por vasos comunicantes logran establecer una red entre todos esos conceptos y visiones, y a su vez conectarlos con numerosas intuiciones desplegadas por la Ciencia-Ficción, sino que conforman una poderosa visión científica en formación. Diversos autores han jugado y jugarán con tan fértil argumento para ejercer encanto y emocionarnos.  

5. El universo fue ideado por alguna clase de inteligencia cósmica, insonda-blemente vieja que por panspermia va poblando de especies el universo (tema ex-puesto por el astrónomo Fred Hoyle, él mismo escritor de ciencia-ficción y por Chandra Rumasinasinghe). Este concepto ha sido expuesto repetidas veces tan-to por los clásicos, como Arthur Clarke en EL FIN DE LA ETERNIDAD, como por autores jóvenes en literatura: David Brin en la serie Marea Estelar presenta a Los progenitores para llenar ese papel, Sawyer en CALCULANDO A DIOS otorga ese papel a una entidad oscura y poderosa); en TV, Michael Straczynski utiliza a los Vorlons y las Sombras (como agentes de especies aún más ancianas) en Babylone 5 para responder con ese criterio a la resolución de su nudo argumental. 

Finalmente agregaremos que la trama que sostiene la anterior argumentación no se relaciona para nada con la fe, lo contrario podría haber sido motivo de ale-gría para los fundamentalistas religiosos y para los escritores que los represen-tan. Es evidente que Orson Scott Card demuestra en su papel de creyente la preocupación que algunos de esos grupos religiosos tienen ante las consecuen-cias que se derivan de un universo sin creador.

La sugerencia estriba en que la metafísica de hoy puede ser la física del mañana, ya que fenómenos adscritos a lo sobrenatural empiezan a ser explicados por la ciencia como fenómenos naturales cuya comprensión recién iniciamos (localización de la conciencia en la parte occipital del cerebro por el equipo de Crick) y es indudable, que por los menos los tramos iniciales de ese camino, ya fueron recorridos por los autores y lectores de ciencia-ficción.  

Como corolario de las explicaciones de Talbot podemos decir que:

La realidad tal como la conocemos no existe al nivel subatómico, ya que las partículas carecen de trayectoria concebida como un recorrido hecho de puntos continuamente conectados entre sí en el espacio.  

Veamos el fenómeno de la interferencia luminosa: La luz es onda (desde Huyghens) y partícula (desde Newton), pero Young comprobó con el experimento de la doble ranura que la luz actuaba como onda probabilística hasta que chocaba con la placa y se transformaba en una partícula. Experimento que además ha servido para certificar que cada fotón atraviesa ambas ranuras simultáneamente antes de estamparse en la película, con lo cual instala una paradoja en nuestro sistema de conocimiento, ya que si no le colocan la placa para que choque se comportaría como onda de probabilidad que va explorando todos los senderos que se abren ante él para siempre y que sólo se transforma en objeto único, concreto y medible gracias a la intervención y voluntad del observador que presencia el momento del choque contra la placa.  

Sin embargo, la polémica continuó, ya que Planck encontró que la radiación era emitida en paquetes (quantos) y Einstein postuló que toda energía estaba cuantizada, para comprobarlo se observó el efecto fotoeléctrico que permitía volver a demostrar que la luz también era partícula: Finalmente Louis de Broglie, trabajando con las ecuaciones de Planck y Einstein, demostró matemáticamente que las ondas eran partículas y que las partículas eran ondas (o que la luz se convertía en cuerpos y los cuerpos se convertían en luz como había profetizado Newton en un alarde casi poético). 

El episodio de los debates entre Bohr y Einstein deviene jocoso por la pasión conque esgrimen sus argumentos, pero esclarecedores sobre las condiciones que se fueron creando para el surgimiento del tercer paradigma: el positronio y la « espectral e instantánea comunicación a distancia» propuestos por Einstein, Podolsky y Rosen para probar que los argumentos de los físicos quánticos estaban equivocados, fueron paradójicamente el catalizador que Aspect y su equipo necesitarían varios años después para probar que si existía la resonancia. 

Líricamente las partículas semejan fantasmas que existen al mismo tiempo en todas sus trayectorias posibles y que sólo salen de la niebla de sus existencias múltiples en el momento que un observador descubre el punto de impacto, lo que lleva a afirmar que la relación entre conciencia y materia debe ser muchísimo más intensa y esencial que la sospechada por los dos anteriores paradigmas (euclidiano-ptolemaico y newtoniano-cartesiano), ya que el tercer paradigma (complejidad autoorganizada) presume por ejemplo, que el borde del conocimiento está vivo y abierto y que no existen fronteras (relacionado con el llamado Síndrome del Borde del Mapa: Cada generación cree haber arribado a la frontera del conocimiento).  

Como inferencia postrera del mensaje de Talbot recojo:  

a) que nunca se pueden realizar generalizaciones debido a la dependencia sensitiva de condiciones iniciales, donde un minúsculo cambio en el sexto decimal de un tranquilo sistema de ecuaciones puede manifestarse desen-cadenando episodios catastróficos, lo cual destruye la creencia en el Sín-drome del Límite: Si en un gran número de casos se logra aplicar una regla, debe entonces aplicarse a todos los casos, que establece una correlación simétrica entre cantidades. 

b) que no sólo nos ubicamos en la presunción de que pueden existir otras especies inteligentes sino que consideramos a los animales, las plantas y el propio planeta como mucho más complejos y con una cierta conciencia, lo cual expande la presunción anterior y abate las Presunciones Ptolemaicas o supuestos que sólo tienen sentido en una perspectiva puramente humana. 

Los informes sobre culturas antropoides no humanas (chimpancés, bonobos, gorilas, orangutanes), de cetáceos (delfines, orcas, ballenas), las conclusiones a que arribó la investigación sobre formas de comunicación canina, experimentos como el de Betty la Cuerva y Beto el Cuervo o el del pulpo que es capaz de abrir una lata de camarones nos permiten insistir en esa brecha, no somos exclusivos, en nuestro propio planeta existen especies con posibilidades de transformación (aquí de nuevo se perfilan como prototipos el Mundo de la Instrumentalidad de Cordwainer Smith y la Trilogía de los Pupilos de David Brin).


 c)
y que en realidad construimos —en cierta forma y de cierta manera únicas — el universo que percibimos.  

 Pinacoteca

1. Chant d'Amour

2. Harvest

3. Exercices spirituels

4. Giantess

5. Marches of Summer

6. Freedom of Mind

7. Delusions of Grandeur

8. Acrobat's Exercises, the

9. Lumière des coincidences

10. Eternal Evidence

11. Adulation of Space

12. Profondeurs du Plaisir II

13. Discovery

14. Flood, the

15. Black Magic

16. Courtesan's Palace, a

17. Rape

18. When the Hour Strikes

19. Break in the Clouds (The Calm)

20. Reclining Nude

21. Flowers of Evil

22. Evening Dress

23. Water Drop

24. Symmetrical Trick

25. Madness of Sizes, the

26. Pebble

27. Dangerous Liaisons

28. Attempting the Impossible

29. Bather Between Light and Darkness

30. Sage's Carnival, the

31. Forbidden World

32. Sea of Flames

 33. Viol, Le

 34. Black Magic with Dove

 35. Collective Invention

 36. Lola de Valence

 

© Luis Antonio Bolaños de la Cruz: Es sociólogo pero no fanático, consultor en algún momento de los Ministerios de Educación y Ambiente, realizó Estudios de Impacto Ambiental para empresas y estado, impartió clases en  universidades e institutos, y desde hace ya largas décadas fatiga las escalinatas celestiales de la ciencia-ficción con pasión y fervor. Le acompañan en el periplo existencial una hermosa princesa africana y dos hijos, el mayor que ama a Bradbury y el menor que suele deleitarse con Spawn, los tres escribimos, observando a dibujantes, viendo cine y revisando comics; me atraen artistas como Vallejo, Corben, Hickman, Parkinson, Fastner y Larson, Caza, Brom, y tantos otros a quienes debemos agradecer que ilustren nuestros sueños y... pesadillas. 


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