El Amor como Constructor de la Sociedad Humana
Tecnología, Sexualidad e Innovación: Habilidades, Emociones y Creatividad
Leyendo "Mujer Salvaje", una novela gráfica de Tom Tirabosco, dura requisitoria anticapitalista elaborada en el 2019, dedicada al momento actual de decadencia que atraviesa el imperio USA, recordé un texto ya vetusto pero aún aprovechable sobre la relación de ambos géneros con la tecnología, porque Tom pronosticaba que el psicópata Trump con su cohorte de descerebrados suprematistas y machistas que aún agitan las derrotadas banderas confederadas de una guerra que terminó en 1865, se lanzarían a tomar el poder/dar un golpe de estado y que las acciones se iniciarían con la matanza de Bernie Sanders y su gente, del ala progresista demócrata y de cualquier opositor, a tal nivel que la violencia se extendería y acabaría en guerra civil, me pareció muy similar a lo que ocurrió como farsa el 6 de enero y de inmediato me dediqué a seleccionar las láminas que ilustrarían sus párrafos, así que lo comparto esperando que sea de vuestro agrado, sfyufa y salud
La utilización de herramientas, la comunicación gestual y verbal, los sentimientos y emociones y el desarrollo del cerebro y los sistemas nervioso e inmunológico interactuaron para colocarnos (circuitos de retroalimentación instalados genéticamente mediante selección natural, adquiridos por la migración de los genes saltarines o por simbiosis), en el tobogán de la historia.
Sin embargo, la tortuga biológica según los registros fósiles se encuentra en el mismo punto desde hace 35.000 años o mas (a pesar de los descubrimientos sobre hibridación de homo sapiens y pan troglodytes, esa fecha permanece más o menos inamovible); mientras la liebre cultural ha antropomorfizado el planeta, lo ha rehecho a su gusto e impulso, al extremo de hundirnos en la crisis ecológica.
La imagen está tomada de la obra de David Barash: La liebre y la tortuga, donde estima que: "Ser macho es mas arriesgado, puesto que en la mayoría de las especies, los machos o triunfan o fracasan; en cambio, ser hembra, es mas conservador, puesto que casi todas las hembras procrean y, en términos biológicos no hay tanta diferencia entre su fracaso y su éxito", lo cual lleva a que los hombres deben imponerse en los conflictos con el uso de la tecnología y su coraje bélico; mientras que las mujeres pueden recorrer numerosos caminos hacia la victoria y eludir la trampa castrense.
Llevando el razonamiento a su postrer corolario añadiría que la derivación lógica consistió en aplicar, por el comportamiento machista imperante en la sociedad, todo adelanto tecnológico de inmediato al área bélica distorsionando la aplicación de los flujos de conocimiento.
El sexo como nos recuerda Helen Fisher en “El Contrato Sexual” es tan desmesuradamente espléndido que una vez descubierta la sexualidad no reproductiva, se modificaron las relaciones de género, las cuales fueron reacomodándose -a través de los vínculos y pasiones-, las funciones y tareas de cada género, concentrando su inventiva en distintas actividades tecnológicas y estampando en cierta medida una marca que los caracterizaba.
Si agregamos que compartir comida, tanto vegetales como carne, distribuirla entre los miembros del grupo y en el caso de las hembras en celo intercambiar por sexo (fomentando el apego entre parejas) encontramos las bases para los comportamientos sociales que harían de nosotros lo que hoy somos.
Hay que recalcar que los varones con la caza (y sus instrumentos de cacería) aportaban el 30% de la alimentación, mientras que las mujeres que llevaban a sus hijos con ellas recorrían los ecosistemas recogiendo los comestibles que pudieran para una cuota de 70%, también poseían un conjunto de artilugios tecnológicos para convertir en eficiente su tarea.
Remata con la probabilidad de “que transportaran lo que no podían comerse a un lugar comunal seguro entre los árboles, para compartirlo allí con sus amigos. Y es también probable que las hembras que estaban en celo recibieran porciones mayores que las que no lo estaban” colocando así las bases para dicho contrato sexual que daría una proyección increíble a nuestra especie.
Los varones desplegaban su inventiva en ciertos instrumentos que de cacería pasaron a ser guerreros. Las hembras se concentraron en aspectos relacionados con las plantas y los procesos de cestería, tejidos y cocidos. Lo que queda para el registro arqueológico es justo la piedra, que tallaban los varones, quizás ese hecho físico distorsiona el aporte femenino a la tecnología del pasado, no han quedado huellas abundantes a ser registradas, comprendidas y clasificadas. Sin embargo, están presentes de otra forma, con frecuencia sutil: Aún hoy en los Andes peruanos, catalogar, escoger y manipular las semillas es una labor reservada a las mujeres.
Tom Tirabosco en su novela gráfica "Mujer Salvaje" afirma que "Si los hombres no hubieran asumido el poder durante miles de años... !seguro que ahora el planeta tendría otro aspecto¡ y agrega como colofón: "Siempre he pensado que los humanos son una especie tóxica superpredadora. No se para que sirve, aparte de para echarlo todo a perder y dejar el mundo más feo", gracias a las imágenes sólidas, terrosas, toscas, y en cierta forma amargas en lo urbano y luminosas en el ámbito de la naturaleza deja remarcada esa diferencia entre lo masculino como imposición y lo femenino como posibilidad esperanzadora en ciernes.
Fuimos esculpidos y seleccionados por la naturaleza y otros procesos anexos (simbiosis, genes saltarines) para desenvolvernos en cualquier sistema social, en relación al éxito obtenido en una situación ecológica determinada; sin embargo, las estrategias sexuales apuntan a objetivos casi contrapuestos: el macho tratará de maximizar la diseminación de sus espermatozoides, la hembra buscará optimizar el destino de sus óvulos, después de todo mientras la mujer dedica excesivos recursos cada mes a sus óvulos (un total de 400 para toda la vida es ya excepcional), el hombre en cada eyaculación expulsa miríadas centimillonarias de espermatozoides cuyo costo es despreciable.
Las consecuencias que traslada tal comportamiento (enmendadas las relaciones de género) a la organización y a las tecnologías que se usarán o se intuyen son anonadantes, aunque no puedan de manera fidedigna describirse sus transformaciones. Verbigracia ¿Podría una mujer ordenar las cargas suicidas o las masacres de muchas guerras o combates, como Platea, Salamina, Arbelas, Iso, Granico, Zama, Cannas, Lepanto, Azincourt, Crecy, Waterloo, Borodino, Jena, Antietam, Shiloh, Gettysburg, Somme, Verdún, Vietnam, Corea, Neerlandia, Stalingrado, Saliente de Kursk, Berlin? y tantas otras, incluidas las matanzas que de manera rutinaria ejecutan los matones instrumentos del poder como manera de controlar la búsqueda de l libertad, la dignidad y la felicidad.
Lo dudamos, y es que el despilfarro es característico de los machos, aplicado a la tecnología guerrera dará como frutos las más horrendas invenciones destinadas a aniquilar legiones de seres humanos y quienes en siglos pasados destacaron por aplicarlas sin clemencia fueron los gobiernos autoritarios o fascistas, igual que viene ocurriendo en este XXI.
El despilfarro característico del modelo productivo Norte, basado en los preceptos judeocristianos que otorgan la preponderancia al género masculino, y el dominio sobre la naturaleza, podría estar ligado a la bruta a este hecho biológico, al imponer Europa una cosmovisión donde la figura del Pater despilfarrador era lo que contaba, las tecnologías que medraron a su sombra también tuvieron esas rutas abiertas.
Si agregamos la pobreza relativa de biodiversidad con enormes cantidades de ejemplares de sus ecosislstemas ya podemos barruntar las formas tecnológicas latentes y peligrosas que se albergaron en esa visión, el horror de la cadena de montaje de la que se ocupara Chaplin y que hoy tanto daño ocasionan al planeta.
Heredamos una vasta gama de posibilidades, mas la plasmación específica de esas potencialidades ocultas, se encuentra ligada al ambiente y factores ecológicos donde despleguemos iniciativas (también a la sexualidad). El asfixiante dogal religioso o ideológico aplicado a la mujer, puede recortar la imaginación de los tecnólogos impidiéndoles visualizar alternativas que de otra forma aparecerían factibles, como esa potente requisitoria de Doris Lessing en “Matrimonios entre las Zonas Tres, Cuatro y Cinco”, dónde a las mujeres que desean mirar hacia lo alto (como símbolo de cambio) se les colocan pesadas rocas en la cabeza para impedir su acción.
Los avances logrados en psicología permiten ahondar, escarbar en profundidad: Carol Gilligan (catedrática de Harvard y autora de "En una voz diferente: Teoría sicológica y desarrollo de la mujer") traza los perfiles de ambos géneros:
Para evaluar situaciones los hombres recurren a leyes abstractas y principios éticos, las mujeres se acogen a conexiones sociales y relaciones interpersonales; la moralidad masculina conecta con los derechos universales, la femenina con la responsabilidad personal; el trofeo a lo varonil demanda competir, el femenil se expresa a través de la red de relaciones familiares;
Y remata "Puesto que la masculinidad se caracteriza por la separación y la feminidad por los lazos afectivos, la identidad del género masculino es amenazada por la intimidad, mientras que la identidad del género femenino se ve amenazada por la separación.".
Quizás, al enfilar sus emociones hacia la abstracción, la competencia y la separación, trazan los tecnólogos "machos" con sus invenciones, inevitables diagramas de muerte. Largas y exhaustivas reflexiones correlacionan el fascismo con lo tanático, con el inhumano cortoplacismo que emana de la estructura del capital para apoderarse de las corrientes de la vida sometiéndolas y ahogándolas bajo el poder de la ganancia cortoplacista.
Es evidente que la reincorporación de una cierta mirada femenina en la creación de las opciones tecnológicas frente a la crisis ecológica y las coyunturas que afrontaremos en el inmediato porvenir no sólo enriquecerá sino abrirá otras dimensiones: las personas serán mas importantes que las empresas, lo pequeño redimensionado por la heterogeneidad tendrá un rol primordial, la información sobre el uso de máquinas-herramientas u otros artefactos incorporará los aspectos desagradables para que el usuario esté informado.
Lo cual de paso nos alejaría de la ilusión de aplicar tecnología a la guerra como obstáculo seguro contra el miedo al otro, el espacio se aprovecharía con criterios que incluyan lo lúdico y el goce; la tecnología sería mas ergonómica, evidentemente más humana. Femenizar los diseños tecnológicos es una tarea que debemos desplegar durante el futuro postpandémico.
Agradezco a webneel y a Black Talon (en Renderosity y Deviantart) por su labor de recopilación, que me permite a su vez ofrecer sus obras a los lectores del blog (usaré como identificador BT o webneel, ya sea el nombre completo o abreviado), Adiciono (l) cuando sugiero el nombre
Pinacoteca
1. Top Gunner BT
2. Old Gods - Hellstern BT
3. On His Honour BT
4. Fantasy - webneel
5. Dionesis - Hellstern BT
6. Lady Demon Boris Vallejo wn
7. Power Sword by Kashivan wn
8. Ambition (p-ivetto BT)
9. Harpy Queen bayardwu BT
10. Heavenly Warrior - Tsuyoshi Nagano wn
11. Subversive - Luis Royo wn
12. Manoeuvres in the Dark - Franz Mensing wn
13. Keyleeth Elmhollow asur misoa BT
14. My Beloved Beautiful - David Gaillet wn
15.Red Sonja : Age of Chaos #1, Kael Ngu wn
16. Demon-lord BT
17. Dragon Sentinel jdelnido BT
18. London Calling BT
19. Rage of the Witch wn
20. Lilith webneel
21. Warrior (l) BT
22. Rayn (inspired by Alita BT)
23. Aztec Goddess (l) webneel
Comentarios
Publicar un comentario