Cuando la Öpera Espacial se peruaniza
Años Luz de Alfredo Dammert (Evocaciones despertadas y ligues aparecidos durante su lectura)
Quisiera iniciar al comentario solicitando se me permita empezar platicando sobre el autor-persona: Alfredo con sus novelas nos permite viajar a otros mundos y otros tiempos a bordo de sus obras impulsadas por el combustible de su imaginación, él ama lo que hace, ya que las ha convertido en el centro de su actual existencia con la seguridad de que todo es posible para quien persiste.
Nos exhorta a explorar universos adyacentes o lejanos acercándonos mediante un mecanismo sencillo: la lectura. Nos incita a expandirnos compartiendo relatos para que la cultura no perezca y la esperanza de ser mejores personas se mantenga, quizás con el ánimo de que construyamos futuro y no seamos insensibles robots que funcionan, agrego, con mecanismos neoliberales.
Un leve humor tiñe cada una de sus páginas, algunas veces con regocijo otras con sarcasmo, lo cual nos acerca porque me agrada pensar que lo único serio que existe en la realidad es la alegría. Aunque es visible la estructura de un relato previo no se requiere haberlo leído para disfrutar este que nos ofrece, pero si recomiendo su lectura porque ayudaría a tener una imagen más completa de los personajes, sus pérdidas y éxitos, en suma sus líneas de vida y quererlos más.
Quisiera conocerlo en otras facetas ya que tengo la impresión de que posee capacidades artesanales, como encuadernar sus colecciones de revistas fantásticas por ejemplo, pero advierto que puedo estar equivocado, sin embargo mantengo la percepción de que está abierto a nuevas experiencias y nuevos conocimientos y que como romántico incurable, demostrado mediante la novela corta que en seguida pasó a diseccionar (sin susto, que trataré de realizar lo que le pidieron a Shylock en “El Mercader de Venecia” que “saque la libra de carne sin derramar una gota de sangre”)
Parecidos: En un arco inmenso desde el comic Starlight (de Mark Millar y dibujado por Goran Parlov) hasta la novela ganadora del Hugo 2015 “El problema de los tres cuerpos” de Cixin Liu pasando por otros autores y libros hay aproximaciones de diversos creadores que se acercan y coinciden con el marco propuesto por Alfredo por abordan aunque desde otros ángulos el tema del siguiente párrafo.
Encuentros Interespecies Planetarias: No evita los tópicos pero los toca con su gracia especial para dotarlos de credibilidad, tras un arranque lento va acelerando y desde que aterrizan en el planeta alienígena adquiere una velocidad que atrapa recurriendo a mecanismos sociales que funcionan como la “cultura de la confianza” por lo cual si no existen dislates lógicos se acepta lo relatado y también cuando los ET creen lo que les cuentan, a no ser que existan datos previos que los conduzcan a desconfiar
Comportamiento socioemocional: El protagonista rechaza la seguridad grupal-protocolar destacando que “los seres humanos también estamos hechos de nuestros sueños” eligiendo los caminos plagados de riesgos pero ricos en peripecias de la aventura que nos permite recuperarnos para seguir insistiendo.
Fluidez: El autor no se preocupa por lo políticamente correcto, las ideas y los sentimientos que las acompañan varían de manera tan súbita como lo torna necesario el flujo de los acontecimientos, pero semeja un proceso natural, lo que demuestra que los seres humanos y sus similares de otros planetas son adaptables en grado sumo y que sobrevivir es la ley.
Sexo: Tiende un tupido velo sobre situaciones desagradables, como ocultos (pero implícitos) usos sexuales (tentación que yo no hubiera eludido y habría dedicado un par de párrafos explícitos) para convertir una historia de amor a varias bandas, liberal y permisiva en un manual de conductas para no aferrarse a lo inevitable.
Referido a algunos capítulos podemos agregar aquellas obras o textos que me llevaron a recordar y relacionar escenas o sensaciones conectadas con su lectura:
“Extrañando a Lyanne” es una presentación ágil y atrayente que deja buen sabor y simpatía por el personaje desaparecido y vuelto a encontrar (gancho clásico desde el esquema de Charles Dickens en sus seriales),
“A juntar las piezas” describe con cierto detalle la melancolía de lo cotidiano y reflexiona sobre la relatividad de sus acontecimientos (como ocurre con algunos momentos de Tehanu de Ursula Kroeber Le Guin)
“Sandra” es un hermoso capítulo que recoge no sólo el significado del amor sino sus sabores, sinsabores y procesos (Dan Simmons nos entrega una gran historia de amor que cumple esos requisitos en Los Cantos de Hyperion; también aunque de manera retorcida se presenta en las peripecias de 'Consecuencias Naturales' por Elia Barceló
“Añoranzas” atravesado de nostalgia trata mediante la autojustificación de evadirse a la tristeza y reinventarse para ubicarse en el mundo otra vez, admitiendo la ausencia y la derrota como el primer movimiento hacia un sano olvido. (Michael Cunningham lo trasmite en Días Cruciales)
“La Universidad” como aquel lugar privilegiado de múltiples ventanas para airear y dejar entrar lo que en ocasiones sacamos con esfuerzo por la puerta de la formalidad (ver Guía del autostopista galáctico como ejemplo burocrático).
“La confesión” como símbolo de pantalla total donde todos los tiempos convergen, que condensa lo que fue y lo que vendrá a caballo del instante eterno de la vida (como sucede en Solaris de Stanislaw Lem).
El descubrimiento de Sandra: Soñadora y luchadora, la cual comparo con con Djan Seriy Anaplian de Materia (serie de la Cultura 07 de Iain Banks)
El café The Saints: O cuando las máscaras caen para que se tomen decisiones como sucede en Norma de la Casa de Poul Anderson
Primer planeta: Guiño a Exploration Team de Murray Leinster que se mantiene
Segundo planeta: Lo encontré semejanzas con Máquinas de Dios, de Jack MsDevit)
Tercer planeta: Fin de camino para uno de los posibles desarrollos como en Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas (según Mezieres y Christin)
Los juegos: Huellas ciertas de Tschai de Jack Vance o mas cercano hasta de la serie Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins
Los preparativos: Recordé mi propio relato “De la arquitectura biológica y sus derivaciones”
Y así podríamos seguir enlazando la historia general de la CF con elementos particulares de la obra de Dammert. Es mucho lo que entrega y por lo tanto existen muchos motivos de goce al interpretarlos.
Pinacoteca: Tomada de https://sciencefictiongallery.tumblr.com/
Como siempre (l) significa que no encontré el nombre y le adjudique uno
01. Moebius - Crystal Starwatcher
02. Space Opera Al Williamson (l)
03. Partners Joe Jusko (l)
04. E.V.A. Marco Turini.
05. Vintage-sci-fi: Josh Newton.(l)
06. Mutant, el Enki Bilal
07. Dean Ellis - Protector
08. Starwatcher 6 Moebius
09. Robot Hideki Kakinuma (l)
10. Lizard Rider Peter Elson (l)
11. In the Grip of the Space Monster: Dan Morton
12. Requiem of Stars: Stephen Youll
13. Bienvenue à Paris Enki Bilal
14. La Nacelle - Moebius
15. Scene Game, The - Ed Emshwiller
16. Dame in Danger Monahan (l)
17. Boys & UFO: Alfred Kelsner (l)
18. Machine du Pouvoir. la - Jean-Michel Nicollet
19. Hero - Alan Craddock (l)
20. Chrysalis - Rudolf Hausner (l)
21. Universe2 Roland Spohn (l)
22. Universe1 Roland Spohn (l)
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