Prolongando la reflexión respecto a la Opera Espacial Peruana

Retorno a la Tierra de Alfredo Dammert


Inicio mi comentario con una frase de un autor insólito en nuestro género: “No tengo la soberbia suficiente para pensar que mi sol es el único que tiene una familia de planetas” reflexionaba Winston Churchill en un ensayo titulado ¿Estamos solos en el universo? y recientemente recuperado (como ocurre con frecuencia aproveché un aporte de Daniel Salvo), casi como respuesta el Publimetro del 23.02.17 que presenta en sociedad a Trappist, una enana roja que con sus siete planetas de características similares a la Tierra enciende nuestra imaginación, con esa par de ejemplos quiero establecer de entrada que moramos un mundo diseñado y construido por la ciencia-ficción, eso si cada vez más parecido a las pesadillas distópicas que a los paraísos anhelados, pero de eso no es responsable el autor y no le merma mérito a su obra, repleta de acción y epopeya, de requiebros románticos y carnicerías múltiples, de fantasía robusta y prospectiva desaforada. 


 Cuando me hablan de trilogías de ciencia-ficción enseguida pienso en las norteamericanas, con frecuencia sobrevaloradas y convencionales, pero también empiezan a surgir las peruanas, y es muy probable que por el contexto sean distintas y ofrezcan mallas interpretativas singulares; este es el caso de Alfredo Dammert a quien parece sucederle algo similar con la que glosamos que empieza con “Planetas Perdidos”, continúa con “Años-Luz” y culmina con “Retorno a la Tierra”


 Las tres poseen como se dice “sentido completo” pero cada una conserva una “armonía propia” que permite su lectura peculiar. También mientras revisaba sus líneas se me vinieron a la mente "A Diez Mil Años Luz del Hogar" de Sheldon-Tiptree, o "La ciudad de Piedra" de GRR Martin, ya que hay un conjunto de evocaciones que van conectando la trilogía con la historia de la Space Opera en particular, y de la CF mundial, solo por eso ya sería importante leerla. 


Es muy significativa esa deriva revelada en los títulos que partiendo de una desopilante aventura que posee su picardía erótica mantenga la tensión con peripecias bélicas y grupos de personajes en conflicto ético en la segunda entrega y culmine con una gesta que oscila entre la proeza y el desencanto, condensado en ese profesor inmarcesible y adúltero que es perdonado y reinsertado en su mundillo académica sin apenas consecuencias. 


 No pude dejar de compararlo con la estupenda "Starlight", comic de Goran Parlov y Mark Millar como dijera en mi presentación anterior, junto a la cual puede catalogarse no sólo por la carga de nostalgia sino por la permanente referencia a los acontecimientos anteriores observados a una luz un tanto diferente que enriquece a quienes leímos los dos anteriores tomos, otro motivo adicional por el cual la recomiendo. 


  Algo importante a destacar es el truco que incorpora con frecuencia para relativizar la extrañeza de los paisajes y costumbres que presente y para agregar una textura reconocible en medio de las vicisitudes que sufren… o gozan los personajes: tararear la letra de una canción de Paul Anka, la referencia a un relato de Jorge Luís Borges y al tender el puente con esos recuerdos y comparaciones logra que lo insólito se convierta en materia cotidiana. Además va sembrando datos que serán vitales para comprender otros lances posteriores y dejando claves para que nuestros campeadores distingan entre los avatares que encaren los acertados. 


 Presentaré ahora la novela capítulo a capítulo con algún spoiler pero servida como arco integral para abrir el apetito lector: 


 La Historia de Arthur y Lyanne funciona como la síntesis que despeja el camino antes de entrar en calor con los episodios de la postrer hazaña y que podría llevar como subtítulo “Coexistencia de lo vertiginoso y la preocupación moral” 


 El Incidente o donde se gesta la desgracia, desde ese momento se acumularán las dificultades, la penuria de recursos, las traiciones, pero asimismo las asambleas decisorias, la organización remediadora, el repetido perdón de su pareja ante sus veleidades circunstanciales. 


La Partida que alude en simultánea al viaje emprendido para reencontrar la paz y todas las buenas vibras de la vida y al cisma que sufrirán ya que los dados del destino han sido lanzados y hasta que la jugada terminé no sabrán si han arrojado una cifra adecuada para conseguir sus objetivos o fracasarán extraviando todo sentido. 


 Nuevamente en Alderán posee el poder revulsivo de la catarsis por la lucha contra los enemigos, con rapidez se acumulan los enfrentamientos, virulentos y breves, silenciosos y letales, que les permitirán alcanzar sus objetivos; más allá de la crueldad como forma de relación entre los científicos dominadores y el resto de la población se establece una cuota de respeto frente a ellos, existe una cierta seducción ante el atractivo de los resultados de la investigación aplicada y el poder del razonamiento práctico, captado de manera precisa cuando los “rebeldes” que han desertado del grupo de poder explican que tras comprobar que derrotarlos sería muy costoso prefirieron compartir el espacio de creación de conocimiento.


 La Resistencia que a la convalecencia de unos liga la lealtad de otros, y a las requisitorias morales sobre los supuestos beneficios abstractos que consigue la ciencia el rechazo a cualquier práctica que lesione o viole derechos humanos, oposición condensada en el choque verbal entre Lyanna y Arthur, tal y como sucedió en las dos anteriores novelas, a pesar de ser Arthur el protagonista central Lyanna se alza con suficientes méritos para discutirle el primer plano. 


 El Asalto donde de manera hábil y rápida va desgranando las tácticas militares y las herramientas y aparatos marciales que despliegan para derrotar a sus contrincantes, sin embargo en medio de la larga batalla que cincela ante nuestros ojos se trasluce una nota de admiración por las características de sus rivales que se describen recurriendo a los “desertores” que ahora luchan a su lado para no hacerla tan manifiesta y no romper la dicotomía “buenos versus malos”, así que eludiéndola permite una expansión que no los encasilla en el rol de “enloquecidos sabios”. 


 Nuevos Horizontes que no lo resultan tanto, del escape por los pelos a la vida cotidiana en las naves que fugan y al final arribar a otro planeta donde parece al inicio residir la esperanza, pero tan veloces la pierden que ingresan a un nuevo período de luchas, el descanso no llega para los guerreros y otros combates los esperan. 

La Sorpresa que devela el entrelazamiento con una línea argumental en apariencia abandonada pero que estaba guardada para placer del lector y que tendrá su costo. 


 Los Preparativos donde la tensión crece, se trazan planes, se atienden las contingencias, se reflexiona sobre como los ecosistemas con abundancia merman la creatividad y se practica nadar desnudos en colectivo como impulso para otros ejercicios. 

 

El Ataque que coagula la venganza, porque nuestros héroes también cultivan su costado siniestro, ni son pulcros ni tontos y cuando hay motivos para matar ejecutan a quienes toque. 


 La Discusión reitera en las dudas, en los callejones sin salida en que puede caer un grupo sin tierra pero combinado con problemas de pareja y adulterio galopante acompañado de perdón, que sin aspavientos pero con certeza demuestra la plasticidad conductual, la flexibilidad en el comportamiento y la pasión puesta al servicio de la continuidad de nuestros personajes, sobre todo de Lyanne. 


 Viaje a Extrón, si fuera una saga gringa, aquí podía terminar, en un planeta que es un edén con abundantes recursos, sin depredadores, sereno y apacible, pero nuestro grupo se exige, asume nuevas tareas y se lanza al cosmos a continuar la búsqueda de sus objetivos. 


 La Bienvenida, o la frustración reiterada, a pesar de los pruebas presentadas a sus posibles aliados, la molicie y la seguridad aparente de los mismos desvirtuarán los esfuerzos de los migrantes, quienes empiezan a sentir cansancio e incertidumbre, la perplejidad los carcome y la desilusión se instala y se extiende. 


 Detrás del Velo que muestra como la esclavitud se perpetra al amparo de la fuerza representada en la ciencia y la tecnología, como los nativos son utilizados sin ningún remordimiento por seres que se supone detentan una filosofía de vida amable y tolerante, pero la pereza preserva de tal modo sus impulsos primarios que sacrifican en el altar del provecho dichas filosofías. 


 El Misterio se Resuelve o donde se vuelve a retomar la ruta del sacrificio, se comprende la magnitud de la tarea a enfrentar y el desánimo se infiltra, erosionando la confianza en la victoria. 


 Los Monstruos: Impactante y acuciante, todas las fuerzas se precipitan a la solución de un problema que trasciende al grupo, ya que afecta a todo ser viviente humanoide, por eso la monstruosidad del enemigo indica que sólo debe sobrevivir un contendiente. 


 Atascados: Los problemas se acumulan, los desastres se perfilan, la posible derrota empieza medrar en los debates, hay quienes creen que las acciones propuestas son descabelladas. 

 


La Calma o donde los científicos antes enemigos se reivindican por enfrentar a los monstruos, el resultado permite la esperanza y el horror al mismo tiempo, pero recorta las opciones y muestra que no existe tiempo que perder. 

El Principio del Fin, aquí los paladines más allá del atrevimiento y la temeridad pueden morder el polvo de la derrota, el vértigo del capítulo envuelve y anonada, no hay concesiones, la emoción crece y prospera mientras caen muertos o heridos, en un enfoque inusual el final feliz parece desvanecerse. 


 Intermezzo: Preparación para reintegrar al adalid a la vida en la Tierra. 


 Arthur y Sandra demuestra que el autor ha elegido un final clásico a lo "Little Nemo in Slumberland" de Winsor McCay que permite plegar velas y retornar a una cierta alegría y una esperanza menor pero no por ello menos válida, un buen final que elude el desconcierto que hubiera significado quedarse con las terribles imágenes del capítulo anterior. 


 Pinacoteca 


 Todos pertenecen a  https://www.artstation.com/coldesign (desconozco el nombre del artista pero sus obras son justo lo que deseaba para ilustrar la novela)


01. the battle for the milky coffee

02. running the gauntlet

03. simple life……

04. bright future

05. Prospectors

06. Bee Keeper

07. sunday stroll

08. white-walkers

09. sunbathe ruined

10. re-fuel at the spaceport

 11. ripping yarns of interstellar travel

12. fleet returns

13. Red Witch Returns, the

14. Slavery of Religion

15. Return to Nazca

16. plotting the route & escape-plans

17. A Friend at the End of the Universe

18. who is the hit ?

19. Surrendering

20. watch out for my droid

21. Hive

22. no escape runner

23. bad bunny

24. Harvest

25. Drone Attack!

26. outer ring scout

27. Desert bus

28. Gateway

29. flight for life

30. mining facility

31. dangerous moors

32. salvage hunters

33. One Last Look


 

 


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