Otro rescate: CF Costarricense de Iván Molina Jiménez

                      Women Frank Cho

Alivio de las Nubes & Miel de los Mudos

Existen una serie de características que distinguen a las dos colección de relatos: 

1. Facilidad para conectar a través de datos actuales extrapolados con situaciones catastróficas que devendrán casi inevitablemente sino cambiamos nuestros valores y opciones frente a la realidad. 

              Ed Emshwiller

2. Indisoluble ligazón entre la temática futurista abordada y la realidad concreta “tica” en un alarde culto que mezcla compromiso y capacidad de observación con una intencionalidad decidida por trazar un camino nacional para la CF. 

                   Ed Emshwiller

3. Investigación sociológica como un constituyente imprescindible de la investigación científica integral, adhiriendo a una de las más potentes y actuales corrientes vinculadas al paradigma de la complejidad. 

    Ed Emshwiller

4. Aproximación mediante lo que llamo el IEMA: imágenes integrales, enfoque holístico, metodología sistémica y actitud prospectiva, a la consecución de sus propósitos, que comparto en sumo grado. 

                   Ed Emshwiller

5. Filo irónico en ocasiones irreverente que se filtra entre líneas o se convierte en el motor impulsor de las peripecias. 

                          Ed Emshwiller

6. Discurso de crítica sociopolítica que no deja títere con cabeza y demuestra que la corrupción, la negligencia estatal, el poder económico, el neoliberalismo, el imperio USA y la ignorancia generalizada se confabulan para demoler la felicidad de la gente y las innumerables posibilidades que se le abren a la humanidad para mejorar intelectual y emotivamente. 

                      Ed Emshwiller

7. Gusto por la luz y los espacios abiertos, por los ventanales que se abren sobre los paisajes del infinito con una cierta vena ecológica y ambientalista latiendo más o menos explícito. 

                     Ed Emshwiller

8. Latido de nostalgia siempre presente que no se resuelto mediante la huida hacia utopías pasadistas y melancólicas, sino enfrentándonos con las manifestaciones del poder para exigirnos que de la complicidad temática pasemos a abordar el vehículo de la conciencia. 

                       Ed Emshwiller

Alivio de las Nubes, el

  Wallace Wally Wood

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Verde será el olvido

La preocupación central estribará en la recuperación del arte y saber popular, representados por un cuadro antimilitarista de Enrique Echandi sobre Juan Santamaría, un héroe de la lucha contra la invasión norteamericana dirigida por William Walker en 1856, en contraposición a la estatua militarista oficial donde para mayor INRI lo presentan blanco y de uniforme. Todo eso encuadrado en la hecatombe que ha asolado a la Tierra (tras esparcirse una nueva arma, un virus letal), a la cual sólo le queda un futuro, su pasado, para que lo observen y lo gocen otras especies, y de eso justamente se trata, de lo que elegirán los ET que nos visitan y como es natural para seres altamente evolucionados elegirán al susodicho cuadro; encuentran en la vegetación que brota un motivo para colorear el olvido. 

    Philip Cazaumayou

Intensidad líquida

Aunque el tema es muy semejante a la novela rosa: se inicia con un romance otoñal para la profesora y un enamoramiento casi adolescente para el estudiante, la manera como se expande y ramifica y se pone en escena es muy de CF, la relación sentimental estará vinculada a la prevención de desastres y a las consecuencias que tendrá un terremoto en la escala 6.5 de Richter sobre el istmo centroamericano y los depósitos radioactivos allí ubicados, así una vez más Molina consigue lo imposible: conecta espacios en apariencia irreconciliables, novela rosa, crítica a la voracidad de las Corporaciones TransNacionales (propietarias del contrato para enviar los desechos nucleares a áreas subterráneas en Costa Rica) y prospectiva geológica. La biografía de la profesora ronda lo épico y demuestra que trata formidable a sus personajes femeninos, los finales son trágicos en todos los procesos, tanto para el político por la corrupción que se destapa, el social con la inmolación de medio millón de personas y el emotivo con la ruptura de los amantes. 

                   Allen Anderson

Los monstruos son humanos

¡¡Buenísimo!! Lleva a su conclusión lógica el negocio de las quimeras baratas, de paso combinado con la agresividad natural convertida en violencia por patrones culturales y que lubrica las relaciones sociales. Se inventa además un negocio ideal, donde las pérdidas se minimizan o se convierten al reciclarlas (se paga… y fuerte, para destruir material obsoleto que ya está prácticamente agonizando) y aplicarles ese gran principio ambientalista en ganancia neta. 

                             Frank Frazetta

Utilizar el apellido Bush es aleccionador (por un instante rememoré “El Franquicia” de John Kesel sobre béisbol, con George Bush de protagonista y como deuteragonista Fidel Castro), sobre todo tras leer la biografía familiar publicada por Federico Fasano Mertens (La República, Montevideo, Domingo 30 de Marzo de 2003) en donde constatamos el horror y la codicia que se asocian y se yerguen sobre esa familia. Los monstruos-quimeras de los parques de diversión probarán que para asesinar se requiere una impronta sociocultural que nos condicione a ello (tal y como la poseen los varones Bush ya que ambos fueron presidentes USA), lo cual es diferente a matar en defensa propia o en cacería.  

   Frank Frazetta

Fuente de consulta

Existe aquí una facilidad engañosa para enlazar las ocurrencias de la ficción sobre el traslado de la vida a un software, con un futuro probable mediante datos prospectivos que se encuentran al alcance de cualquiera en una base de datos (esa es una virtud de Molina), y siendo evidente la ligazón con Frederik Pohl (Pórtico), John Varley (Y Mañana serán clones, Presione Enter), Robert Silverberg (24 vistas del Monte Hokusai) o Cordwainer Smith (Instrumentalidad), a pesar de la similar temática no puedo estirar la semejanza hasta Neal Stephenson (La Era del Diamante), Rudy Rucker (Software) o Robert Sawyer, escritores que tocan el tema desde otra orilla 

                       Rowena

El alivio de las nubes:

Otro ejemplo de cómo utiliza y extrapola los datos y tendencias o sus inferencias (aquí probablemente tomadas o sugeridas por la lectura de investigadores en la línea de Alvin Toffler desde lo académico y diversos autores desde lo literario) y los distribuye en una columna significativa dedicada a tejer las circunstancias de la narración, describe los incidentes sobre los cuales desenvuelve los conceptos de crítica social, para llevar sin cobardía el tema de la valorización de la amistad y el afecto (y por tanto de amig@s y “acompañantes”) a sus consecuencias postreras; el argumento reiteramos ha sido abordado por escritores anglosajones, pero la puesta en escena de Molina es diferente, es “tica” y esa forma nacional de plasmar la CF será la impronta de la mayoría de los relatos. 

    Jim Burns

Aborda también la meritocracia, y preocupado de los andamiajes de la estructura económico-social que se despliega parece abandonar el planeta que en las primeras páginas tanto prometía, pero una vez más demuestra el buen manejo que tiene sobre sus material literario y sus componentes para organizarlos y colisionarlos en un final nada complaciente, tanto que uno finalmente se pregunta: ¿Debió tejer el protagonista una serie de intercambios tales con sus “acompañantes”, que le permitieran no prefigurar sino alimentar la que después podría ser una ineluctable resolución en red mediante el autosacrificio?. 

                      Jim Burns

Prometido por la brisa

Quizás podamos acusarlo de un exceso de militancia, pero el esquema que sigue aquí para desnudar el personaje es el de las “biopic’s”, por cierto las peripecias conjugan perfectamente con las de la familia Bush (pero en realidad las referencias se encuentran en armonía con la historia, que deviene o se abre en lo que considero una descarada y desvergonzada crónica del cinismo (o biografía de un momio), pero luego corta algo abruptamente el chorro y lleva apresuradamente al relato a abrevar en el estallido cuando aún quedaba jugo por chupar, es demostrativo que uno se queje con frecuencia que le gustaría sentir desplegado en más párrafos el tema propuesto.  

                Donald Newton Unknown Worlds

Compensación terapéutica

Va de violación y respuesta profesional adecuada por parte de la agraviada, que devuelve vida y cuidados por agresión y quebrantamiento de la dignidad y la autoestima, aunque la preocupación social intenta impregnar esta viñeta henchida con moraleja, es uno de los que menos me impresionaron. 

            Exodus Clyde Caldwell

La invención de Polimeni

Encuadrado en la historia alternativa que traza para Costa Rica (y en realidad para Centroamérica y el planeta si me apuran) presenta una anécdota de ascenso y venganza gracias a la duplicación digital de las cadenas de ADN orgánicas y su conversión en mecanismo de intercambio orgásmico, -sin ir lejos considerado uno de los 12 avances del 2005 que se describen en mi artículo correspondiente para Velero25-, es ya un paso en esa dirección, si sumamos experimentos como el del doctor británico Warwick (incorporación de chips con programas de algoritmos que responden a otras personas en un ejercicio casi telepático, e implantados bajo la epidermis) podemos considerar la propuesta de este cuento excelentemente insertado en las tendencias actuales de la tecnología, y que además es un homenaje a las decena de miles que perecieron bajo la tortura de la dictadura militar argentina. 

   Frank Kelly Freas

Inmigrante frustrado

Recuerda a La Miel de los Mudos en cierta forma, hasta en el hecho de elegir como nacionalidad, para los turistas crononautas, la colombiana; sin embargo, acá el tono aunque elegíaco es menor (dedicado a ilustrarnos sobre la belleza de un pasado ciertamente embellecido por la añoranza), en sordina y más melancólico que nostálgico, no posee la tensión dramática de La Miel… por que no es una transgresión sino una frustración (y si la una estimula la otra invita al colapso) y continuando con la compensación, no exalta sino empuja a la apacible rendición de la cabeza en el sofá cuando nos sentamos a espectar TV; el final se presiente desde las líneas iniciales y por ello la ficción (si bien inserta la acostumbrada diatriba destinada a nuestro injusto sistema) se siente pálida y casi exangüe. 

    Noriyoshi Ohrai

La morsa maromera

Rinde respeto y consideración a un luchador costarricense que los simboliza a tod@s y quien demuestra que es mejor sobrevivir en paupérrimas condiciones económicas con dignidad que aceptar venderse y gozar de prebendas, de nuevo utiliza la proyección al futuro para fustigar las costumbres políticas de su país, para aguijonear la corrupción y el vasallaje, la mediocridad y la aquiescencia que la acompaña… y todo eso a través de las funciones de una morsa maromera y un poema corto y vibrante. La única pega es que las técnicas del documental que recoge la visión del relator sobre el poeta no parecen haber evolucionado.

 

            Queen Bee Pascal Blanche

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 Miel de los Mudos, la

 La carátula del libro basada en una foto del Álbum de Vistas de Costa Rica de Fernando Zamora, refleja el encuentro entre esas dos realidades, la del 1934 y la galáctica.

 

   Richard Corben

Febrero 2034: Aparte de algún que otro toque macondiano y de un cierto parecido a un relato de Elia Barceló (no temáticamente hablando ni en el estilo, sino en la puesta en escena, tomando en cuenta los elementos que se prodigan para crear la sensación de escenario) tuve un conflicto con la imagen que aparece en el relato sobre las PC, posee un cierto aroma sesentero, cuando creíamos que la evolución sería por una ruta colosalista y con especialidades que nunca se dio, no se vincula con los avances reales de la informática. El humor negro socava y se instalan los nubarrones de la desesperanza, en este caso a través de los suicidios colectivos como manera de protestar contra el sistema electoral, evento quizás demasiado dramático para una acción que no revela la condición humana o no expresa el valor de la existencia más allá de la democracia (no se vive por elegir), la pregunta que acosa al lector apunta a ¿por qué acontece ese fenómeno tan singular? Quizás por que en Costa Rica los golpes de estado han estado ausentes de su historia, las transiciones se han cumplido a rajatabla y no existe ejército. 

                       Alexander Leydenfrost

De allí que para que el país no siga dando ejemplo de entereza y queja máxima con sus propios cuerpos la ONU decide intervenir, el mal ejemplo podría cundir y el mundo enfrentar una desbandada de proporciones épicas e imprevisibles. Las jugosas notas explicativas del proceso tanto nacional como internacionalmente sirven de contrapunteo a la decisión del protagonista que como único interlocutor tendrá su programa digital y la inmensidad que se abre frente a su balcón. Como aviso es potente: el grupo de poder “tico” no tiene remedio, si se desea cambio habrá que refundar el país, las intervenciones humanitarias de la ONU también son criticadas de soslayo y al insertar a la clase dominante “tica” en el concierto de sus semejantes mundiales parece trasladar a ellos también la incapacidad para captar el anhelo de la humanidad y su ceguera condicionada por el aroma de la ganancia.

    Alexander Leydenfrost

Craks: No hubiera querido arrancar por el relato anterior, pero debo respeto a la organización que quería darle el autor, como no existen referencias de la fecha de su redacción doy por supuesto que ha deseado imprimir un ritmo, plegar un mensaje mediante la sucesión indicada y desplegarlo al correlacionarlo con el resto de la recopilación; así, aunque he continuado por la huella trazada mi elección para iniciar la lectura se inclinaría por este relato terso cual espalda de estrella y potente como un ariete, que nos conecta con diversos autores, casi de inmediato salta al recuerdo P.K. Dick y su Minority Report (sólo por lo que evoca pero no por la intención de abrevar en su material, que no es homenaje), o los adolescentes organizados en torno a la figura del conquistador Kuin en Los Cronolitos de Robert Wilson, en un caso por el control preventivo ejercido y en el otro por la ineluctabilidad aparente de su acontecer. Acá además ligado a la figura del perpetrador, o quien tira del gatillo y del entorno explicado mediante una mirada que busca integrar los fenómenos planetarios, pero colocando como una rutilante cereza en lo alto de un tazón de frutas las particularidades “ticas” sobre los procesos.
             Alex Schomburg

Los pandilleros juveniles a quienes alude el título abrevan en los precedentes de los drugos de Naranja Mecánica (Anthony Burgess), y quizás también en los grupos cyberpunks descritos por William Gibson en diversos textos, o con los adolescentes transformados de Vitales (Greg Bear) quienes por el contacto con nanomateriales y células madres adquieren inmunidad frente a los impulsos de control de los poderes centrales. El final reúne la tersura y la potencia en el recuerdo apenas esbozado de una mirada.

         Alex Schomburg

Hazaña presidencial: Arranque prometedor, rompiendo un tabú describe relaciones lésbicas derramando erotismo. Mientras algunas huellas de Zardox (John Boorman) se empecinan en brotar entre las líneas, de nuevo aparece flagrante la crítica social, tanto que en ocasiones casi obtura la atención lectora, que empieza a cavilar más intensamente sobre las brechas y diferenciaciones entre ricos y pobres y si deberían relacionarse adecuada y armónicamente o desaparecer como antagonistas, en lugar de seguir las peripecias de l@s protagonist@s; sin embargo, como ocurre con frecuencia cuando un autor maneja su material, ese aparente desvío es para golpearnos aún más duro en la sesera con otra idea: en este caso al poner de relieve la relación que podría existir entre el hastío y el aburrimiento con las acciones de rebeldía (como el profesor Urrutia lo señala en Aburrimiento, rebeldía y ciberturbas). Luego deriva hacia un torrente de cinismo y oportunismo desenvuelto por el bloque de poder en su afán de canalizar hacia cauces provechosos lo acontecido y culmina con un desagradable y visceral “perjuicio extremo”. 
    Al Feldstein

Como siempre existe el nivel técnico necesario (sistemas de seguridad, controles físicos y bloqueos virtuales) para tornar creíble lo planteado, los personajes no son planos ni siquiera en su magna malevolencia, pero no se trepida en señalar que siempre pulularán ejecutores de menor cuantía para convertir las vacilaciones morales de los poderosos en abono para la toma de peores decisiones posteriormente. Preñado de juicios políticos y cargado de insolencia es profundamente reflexivo y bajo su tono aparentemente ligero mantiene la tensión narrativa para que la desfachatez no provoque asombro sino rechazo.

    Al Feldstein Weird 8

Peregrinos del Mar: los ecos de Harry Harrison (¡Hagan sitio, hagan sitio!), de James Graham Ballard (Bilenio) y de Brian Aldiss (Entorno Total) resuenan en esta terrible historia donde el capital privado se ha apoderado de casi todo rincón terrestre con valor paisajístico o económico. Una imagen potente que nos conecta con Futurama de Matt Groening: “...un cielo tan colmado de aviones y naves espaciales que, sólo por excepción se veía el titilar de alguna estrella”, da la tónica entre desmesurada y apocalíptica por la que transitara este relato con abuelo y recuerdos. 
   Peter Jones

El vertiginoso crecimiento del transporte probablemente aunado al de la producción (con aparición de combustibles alternativos, por que de no ser así la biosfera colapsaría) y sin abandonar la codicia como aliciente han cerrado todo espacio y todo tiempo, la gente mora de prestado, casi inútil, empobrecida y hacinada, concentrada en los ghettos de las “sociedades de control” anunciadas por Deleuze y Guattari, en un mundo ahora ajeno que fue para todas las especies, horrible visión de destrucción ecológica y ambiental que da miedo por la forma como se adaptan y sobreviven, se parece tanto a la actualidad que deviene creíble más allá de la contundente invectiva de un testimonio donde se combinan angustiosamente superpoblación y poder del capital privado.

                     Peter Jones

La Miel de los Mudos: Impresionante a pesar de su brevedad, deviene casi en una broma pero con regusto a tristeza, uno quisiera que fuera más largo, no por algo lo eligió para título de la recopilación. Una historia de “amour fou” con cronotraslado que puede observarse al fulgor de Robert Silverberg (Rumbo a Bizancio o Por el tiempo), Poul Anderson (Viaje al pasado o El hombre que llegó temprano) pero sobre todo de Vagabundeos pálidos de Christopher Priest, con la diferencia que la presentación del caso de Federico Zeledón debe mucho a los protocolos de la investigación científica y sus informes. 
    Ed Valigursky

Su sociedad ha estandarizado las visitas al pasado y establecido los reglamentos adecuados, y como es imperioso para la fluidez mecánica de la pesquisa, ha eliminado las posibles implicancias emocionales, que no por ello dejarán de acontecer, ya que la realidad no se construye con edictos sino con acontecimientos globales donde tod@s participamos de una manera u otra conectados por la gran trama matricial del universo, evento que estallará cuando el aroma de la belleza derramada por Yolanda, la depositaria de un enamoramiento que va más de la época y la presencia se esparza sin tomar en consideración las imperativas burocráticas…

                    Ed Valigursky

Y entonces el lance: el misterio está servido y combina con la delicia propia del panal los cronodesplazamientos y sus paradojas, la investigación sociológica, y la nostalgia febril de un gran amor no consumado que nos acribilla desde sus líneas (Connie Willis se sentiría cómoda en este marco). Rinde discreto homenaje a “Gabo” al otorgar al protagonista la personalidad falsa de un periodista colombiano: Gabriel Márquez.

                Ed Valigursky

Finalis: ¡¡Tremendo!! La gracia humorística con que acompaña sus droláticas descripciones es tan natural que caemos presos de las palabras de Isaías, las cuales rompen el marco del encallecimiento en que podrían quedar encerradas para nutrirse de la frescura del canalla que nunca perdió por completo una cierta ingenuidad egoísta propio del período narcisista infantil. Parece imposible que un ganador del Premio Nóbel (y en varias ocasiones, tres para ser precisos) sea tan deslenguado y cínicamente aprovechado, provoca una sensación de irrealidad -que no de extrañeza al estilo Brechtiano- desde el inicio, con el objetivo de que el rechazo que se gesta contra el personaje (o esa tendencia que tiende a fortalecerse a medida que se desenvuelven las peripecias) transite hacia la comprensión de que los iconos científicos también deben ser reconsiderados, por lo que no hay hagiografía sino despliegue de características. Y son desagradables. 
                         Barclay Shaw

Sin embargo, me proporcionó material para varias carcajadas, el material sicalíptico está tratado con tan exacta medida que sobreviene saleroso. Lo notable es que combina lo anterior, ya de por si estimulante, con el descubrimiento imposible de un artefacto en Marte proveniente del siglo XVI (la caja de Erasmus Finalis con su poema) al estilo de Frederik Pohl (serie Pórtico) o Arthur Clarke (Cita con Rama), o Gregory Benford (Ciclo del Centro Galáctico) bebe de la sustancia maravillosa de la CF clásica. Así que lo revelado, empieza a excitar, las papilas a secretar y las neuronas a tejer imágenes, lo que demuestra que humor, sexo, investigación científica y misterio trazan también las coordenadas de un excelente relato de CF. Advierto que no soy lector de poesía pero la adjuntada para probar las teorías de Finalis resuena a exploración espacial, armoniza con las evocaciones propias de un viajero cósmico y presta un andamiaje de verosimilitud al mecanismo del relato.

                          Julie Bell

Premiére: No nos engañemos, esta viñeta demuele el apoyo estatal a la producción cinematográfica si va uncida a la consecución de propósitos formales y aceptables por “tod@s” y cercena la creatividad del autor o la frondosidad compleja de su temática. Y además recorre la relación entre literatura y cine, como distintos soportes cada cual con su lenguaje específico que permiten recrear un tema. Critica además la adhesión a modelos de aspecto primoroso pero vacíos de contenido, cual cascarones de gasterópodos envilecidos por sucesivos hervores y alentándonos a tomar sus aguas insípidas como si fueran deliciosas sopas. Se inserta rigurosamente en la vida e historia de Costa Rica con un agregado que apunta al derecho de asilo y solidaridad entre pueblos. Si añado que todo esto se expresa en tan sólo cuatro páginas la prisa los acuciará a leerlo.
    Greg Hildebrandt

Despedida: Una carta breve e intensa que compendia las relaciones de una pareja, puede ser dolorosa… o enaltecedora. Acá la preferencia ha sido por la diatriba enmascarada de observación objetiva (una vez más pasa por la criba el método científico aprovechando la redacción de una carta inocua en su traza pero lastrada de venenoso contenido), y aunque me adhiero a la visión de la esposa, por ese ¡Te extraño tanto! ligado a “segunda oportunidad” acepto que su carta de despedida puede -como cualquier protocolo de investigación- estar sujeta a variadas lecturas, y la competencia profesional al interior de un matrimonio convertirse en zancadillas y emboscadas epistemológicas. No cometo infidencia si amplifico el espectro avisando que el divorcio se avecina.
     Lyubowski

Algodón de azúcar: Esta caricatura de retorno a una época periclitada se torna un ejercicio de nostalgia inconsistente, frustrante, blando y condescendiente, trata de ser bradburiano pero sólo llega a semejarse a las telenovelas mexicanas (por lo lloronas) y donde Daniel Drode metía fierro a fondo (En la superficie del planeta) o Dick mostraba las entretelas del poder (La penúltima verdad), acá se inscribe en refocilarse y clamar por las bellezas de la abominable década del 50, para proponerla como el paraíso perdido. Comprendo o quiero comprender al autor, pero en este o perdí el rumbo o la forma barrió la intención.
    Vincent Di Fate

Catarata: Nuevo lamento, el tema daba para mucho más, pero el laconismo sólo nos permite intuir lo que habría sido desplegado trabajando con las referencias históricas y ecológicas, las explicaciones sobre las paradojas temporales y el “genius loci”, la ampliación de lo ambiental como sujeto indispensable de lo social, o la referencia a las puertas Qhal propuestas por C.J. Cherryh en su serie sobre Morgana (La Puerta de Ivrel); lo lesiona la brevedad, apenas dos páginas… y aún así tan evocadoras.

         Earl Noren

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        Milne

Pinacoteca y Justificación

La actividad casi frenética llevada a cabo por quien considero un amigo, Iván Molina Jiménez,  en Academia (acaba de subir "Venus desciende" y "Cundila"), me llenó de entusiasmo y decidí compartir mis reseñas sobre un par de sus antologías con mis amigos, para ilustrarlas recurrí a los vastos salones de Pinterest con el tema de CF Retro, Pulp, Vintage o Clásica donde nos ofrece volúmenes considerables de obras, pero sin nombres, con alguna dificultad se consiguen los nombres de los artistas pero parece ser que se debe a sus características, ya que muchas se crearon sin identificación, así que mil disculpas y hasta la próxima semana.

 

                              Widowmaker Donato Giancola

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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