Catapultas, sofistas y pederastia
Una reflexión sobre el contexto cultural donde surgió el primer paradigma científico occidental y algunas de sus relaciones con la ciencia ficción
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Princesa de las Llamas, la (Ru Emerson)
La vida urbana del Siglo IV a.n.e. en la antigua Grecia se torno precaria; Hippodamus y su planificación racional de calles rectas que se entrecruzaban constituyendo bloques cuadrangulares de edificios fueron criticados por Aristóteles por que concedían demasiadas ventajas a los enemigos. Lo cierto es que la suerte de las pequeñas ciudades-estado de la Hélade estaba echada con las catapultas y los acontecimientos colaterales que se desplegaron desde otros ámbitos, llegando a ser absorbidas por los grandes imperios.
Un avance significativo de las artes militares fue la sustitución del arco flexible por el resorte de torsión, innovación patrocinada por Filipo de Alejandría (Polydias, Karias y Diades fueron los investigadores encargados), quien además de personaje providencial para una zona hasta entonces marginal (Macedonia) se convirtió en un innovador que utilizaba tecnologías novedosas e ideas heréticas para imponerse sobre sus adversarios.
Arquídamus, general espartano exclamó al comprobar los efectos letales de esas nuevas armas: "¡Oh, Hércules,el valor marcial de los hombres ya no sirve para nada!". Las catapultas contribuyeron profundamente a alterar el resultado de las guerras y el equilibrio político-social de la cultura griega, otorgando a las asediadores ventajas sobre los asediados, derribaban soldados y almenas, permitiendo a zapadores y arietes romper puertas o murallas.
Las fulgurantes victorias de Alejandro se relacionan con las catapultas y la organización de los hoplitas en falanges acorazadas semejantes a una tortuga. También Arquímedes (sitio de Siracusa entre 213 y 211 a.n.e.) sembró con sus artefactos bélicos el terror entre los romanos. Desde un ángulo similar las armas atómicas o similares tendrán con frecuencia el mismo efecto en los relatos de ciencia-ficción.
El régimen democrático requería armas idénticas (lanzas y espadas cortas), con ciudadanos-guerreros alineados hombro a hombro y con las mismas posibilidades de morir. En los combates marinos se produjo una variación: así en el mar el ciudadano-remero dio paso a barcos con numerosas filas de bancos cuyos remos eran impulsados por esclavos, las catafractas o barcos acorazados llevaron a la disminución de tamaño nuevamente y a un cierto retorno de los ciudadanos a tripularlos, pero el papel político extraviado ya no volvió a recuperarse.
Rememorando diré que el colofón técnico del agitado período llegó cuando Dionisio de Alejandría creó la catapulta de repetición mediante cadena de eslabones lisos y una manivela que controlaba bandeja, corredera, retén y gatillo y que con un simple movimiento hacia atrás o hacia adelante disparaba automáticamente hasta que el cargador de flechas estaba vacío.
Otros diseñadores que aportaron creatividad e ingenios mortales fueron Ctesibio, Vitrubio, Bitón, Filón, Herón, Menecmo, Eratóstenes (quien "afirmó explícitamente que la catapulta era la principal razón de orden práctico para ocuparse de los problemas de la raíz cúbica") siempre subvencionados por soberanos ambiciosos.
Los derechos ciudadanos griegos estaban basados en la igualdad y la pederastia (como forma de relación pedagógica, política y sexual) y eran radicalmente distintos a las jerarquías especializadas con funciones y prerrogativas particulares ligadas a habilidades matemáticas y técnicas de construcción y mantenimiento de los artilugios mecánicos como catapultas, que requería la organización ingenieril.
Una vez que la técnica ingresó a la sociedad griega no fue posible mantener la forma de educación que había primado por centurias o tratar de reformarla y adecuarla conservando algunos núcleos de las costumbres anteriores. Justo en el centro de la diana, el papel que las tecnologías novedosas van ocupando en las paginas de la ciencia ficción tiende a infinito ya que por excelencia es uno de sus temas centrales ligado a la prospectiva y la aparición de singularidades surgidas so capa de la tecnología.
El status del ingeniero, que buscaba la utilidad y no la belleza, que como resultado de la creación de artilugios que mataban a distancia tenía que desprenderse de las connotaciones de sus acciones, separaba la ética de las consecuencias de sus actos, por lo tanto para los ingenieros poco podía importar la pederastia como método de enseñanza y formación; además su lugar en la sociedad se elevaba a medida que se incrementaban los pedidos de catapultas por las élites, del lugar subordinado que ocupaban en la pirámide social pasaron a ser muy considerados y hasta a sobrevivir a las purgas políticas por su carácter de técnicos.
Pero sólo en el Renacimiento con la balística o en el XVII o XVIII con la teoría de la elasticidad o los conceptos sobre energía cinética y potencial se llegaron a explicar esos resultados sociales ligados a una consideración bélico/tecnológica. En diversas sagas constituirán el grupo esencial para el despliegue de las mismas (Gregory Benford presentará sus bandadas de astronautas y cyborgs en su saga de Walmsley y Killeen que son básicamente ingenieros)
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En el horizonte cercano ya estaba la chieroballistra romana que llegó tarde para la expansión del imperio aunque sí para la defensa de la frontera, también otros artefactos; no obstante, la decadencia del Imperio Romano obligó, por los conocimientos altamente tecnificados que requería su práctica y que ya no se difundían, a utilizar los onagros mucho más simples y antecesores del trabuquete medieval. Estas armas son de uso frecuente en los relatos de involución tecnológica como “El Efecto Práctica” de David Brin y “Que no desciendan las tinieblas” de Sprague de Camp.
Las catapultas construidas por el oficial alemán de artillería Erwin Schramm, basadas en diseños de la época del auge de la ingeniería militar griega, durante pruebas realizadas delante del Kaiser a inicios del siglo XX, fueron capaces de partir en dos una flecha ya clavada en el centro del blanco con la siguiente. Soedel y Foley comentan: "Los textos conservados que contienen esta información dan testimonio de un nivel de racionalidad tecnológica que no se alcanzó de nuevo hasta el tiempo de la Revolución Industrial".
La educación griega en el período descrito se movía a dos niveles, uno elemental conducido por la madre (hasta los seis años) y con asistencia a una escuela (recordemos que la escuela no existía en la época clásica) donde el párvulo era conducido por un esclavo (paidagoogos) que supervisaba hasta los 16 la transmisión de lectura, escritura, cálculo, música y gimnasia; y otro formativo basado en la forma característica de relación amorosa de esa cultura, cual era la pasión afectiva entre un adulto (erastra) y un adolescente (eromeno), traducida en un compañerismo guerrero y una complicidad política, donde el adulto trataba de brillar (como miembro de uno de los grupos de poder local) para afirmarse ante su amado y el adolescente comprometido a mostrarse digno mediante una generosa emulación y un aprendizaje de los secretos de la acción ciudadana.
Quizás una aproximación inteligente pero no exitosa en ese sentido ha sido Dhalgren, la trilogía de Samuel Delany. Marrou dirá que "el adolescente recibía de su amante una verdadera educación, que por otra parte se complementaba con la convivencia del círculo de amistades".
Y prosigue "El vínculo amoroso va acompañado de una labor formativa por un lado, por el otro de una tarea de maduración, matizada allí de condescendencia paternal, aquí de docilidad y veneración" según la observaban los griegos, de allí que los padres entregaban sin remordimientos sus hijos a sus amigos, ya que consideraban que el vínculo pederástico entre una pareja de amantes era más estrecho que aquel entre padres e hijos.
La ciudad-estado ("club de hombres") y la sociedad respondían a esa camaradería de combate, donde un sólido lazo ataba pederastia, honor y amor a la libertad (uno de los privilegios del civilizado que lo distinguía del bárbaro era precisamente la asunción gozosa de esa homosexualidad).
Grecia se plasmó dividida, la exclusión material de las mujeres llevo la amistad amorosa entre hombres a encerrarse a cada cual de tal manera en si mismo(a)s, que las dinámicas de ambas subculturas llegaron a ser autoexcluyentes; la constitución de ambientes clausurados y prohibidos al otro sexo impulsaba a cada género por separado a la realización (pero las mujeres no tenían poder real ni derechos así que sus esfuerzos y actividades caían en el vacío, más allá de la fama de Safo, Gorgo y Andrómeda y del amor lésbico)
No obstante, aquellos que rechazaban las costumbres reinantes (ejemplo famoso fueron Pericles y Aspasia) y las noticias y los ejemplos de otras culturas, unidas a los cambios tecnológicos, la insurgencia de regiones próximas a la Hélade que siempre fueron consideradas bárbaras (Macedonia) fueron minando la pederastia como pedagogía hasta que el surgimiento de los sofistas como movimiento colocó contra la pared un método de enseñanza que además de elitista y aislante, empujaba a discrepancias políticas inconsistentes y en ocasiones a oleadas de asesinatos entre amantes insatisfechos en la pugna por el poder al interior da las ciudades-estado, en momentos que etnias diversas presionaban en las fronteras.
Por deducción cae que la enseñanza técnica había recorrido el mismo camino a la sombra del Eros masculino, de allí que la presencia de los especialistas militares por un lado y por otro de los sofistas, quienes ofrecían su capacidad a quien tuviera dinero para pagarla (debemos recordar que como movimiento fueron estimulados inicialmente por las dadivosas donaciones de los tiranos que los convertían en independientes ya que no requerían morar en la corte y anhelaban vagar cual docentes itinerantes) fuera rechazada por los grupos de poder de las ciudades-estado por largo tiempo, ya que la comunidad intelectual pensaba que la comunicación de la ciencia debe reservarse a quien la merezca y no a quien pueda pagarla; la relación neutra desligada de la pasión amorosa no era comprendida, pero terminó por ganarse su espacio y convertirse en una alternativa en una sociedad que se abría al cambio.
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El debate entre Platón (que se convierte en una especie de ventrílocuo de Sócrates, el auténtico polemista) y los sofistas (Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico, Trasímaco, Antifón, ya desaparecidos para esa fecha) es caricaturesco, ya que sofista había significado "maestro de sabiduría" o "experto en alguna actividad" y Platón manipulando los diálogos (donde Sócrates conservaba respeto por sus oponentes) los torna simples artesanos de la persuasión, defensores de lo falso, confundidores de sus adversarios, traficantes de apariencias.
En realidad, los sofistas en medio de una profunda crisis de la democracia ateniense, de la decadencia de un sistema de ciudades-estado que estaban jaqueadas por poderosos imperios, eran peligrosos por ofrecer alternativas no coincidentes con las de los grupos de poder político; por ser innovadores fueron perseguidos por quienes lo detentaban (que tuvieron en Platón un aliado formidable) y asediados por los intelectuales conformantes del grupo o a su servicio.
Los sofistas se lanzan a indagar, rechazan el canon y el respeto a la autoridad y crean la necesidad de educarse por la reflexión, no por la fuerza de la costumbre (oráculos, mitos o leyendas heroicas) o por la pedagogía homosexual; se dedican a la enseñanza como misión y oficio pagado, recorren en peregrinación las ciudades-estado educando a los jóvenes y quebrando la relación erastra-eromeno, proponen el pensamiento orientador, la comunicación persuasiva, no tratan de vencer sino de convencer mediante la retórica (técnica que permite hacer verosímil cualquier asunto), deliberan y vinculan creando conocimiento gracias al debate; actitud distinta a la de Sócrates que en su papel de especialista transmite la verdad y cuyas preguntas están orientadas de tal forma que además de cerradas traen la respuesta implícita como señala De Bono en "El pensamiento paralelo", agregando respecto a los sofistas que "preferían tratar con la realidad construida de las creencias y no con la búsqueda de una verdad fija y absoluta".
Piensan además, que la población (como seres informados que opinan enteradamente) debe dedicarse al cultivo de una virtud política que implique sentido ético y visión de futuro (la modernidad de su planteamiento recusa las visiones parroquiales o parciales sustituyéndolas por una integral), introducen diversidad para elegir adecuadamente y apuntan a la consensualidad; para ellos no hay verdad abstracta sino verdades construidas históricamente que se negocian para alcanzar acuerdos.
Ricardo López señala que la admisión por los sofistas acerca de cada tema como albergador de varias proposiciones supone "renunciar a cualquier criterio de objetividad y abrir un espacio ilimitado a la comunicación y a la libertad de pensamiento", de allí que su relación con el constructivismo y con la concepción social del conocimiento se manifieste a través de "fenómenos interpersonales" y no a través de la "simple existencia de ciertas realidades nacidas de una subjetividad incontrastable".
Finalmente destruyen trascendencias para reconstruir con-sensualidades (lo que los coloca en el terreno de los consensualistas contra los universalistas) dando carta abierta a la diversidad y la heterogeneidad, rompiendo de paso la textura uniforme de la verdad absoluta que emerge de la caverna platoniana, aún presente en muchas mentes que se consideran progresistas y tan frecuentes en el mundillo de los escritores de ciencia ficción, quienes si desean alternar con el futuro deberían propulsar el poderoso paradigma de la complejidad autoorganizada.
Bibliografía
1.- De Bono, Edward: El Pensamiento Paralelo. De Sócrates a De Bono, Contextos N°28, Paidós, México, 1995
2.- Koestler, Arthur: "La era heroica" en "Los sonámbulos", Biblioteca Científica N°51, Salvat Editores, Barcelona, 1986
3.- López Pérez, Ricardo: "Los sofistas y el consensualismo. Elementos para discutir sobre el problema de la fundamentación de la ética" en "Cinta de Mobius" N°1, Revista Electrónica de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile, Santiago, Setiembre 1997.
4.- Marrou, Henri-Irénée: "La pederastia como educación" en "Historia de la educación en la antigüedad", FCE, México, 1998
5.- Soedel, Werner & Foley, Vernard: "Catapultas antiguas" en "Investigación y Ciencia" N°32, Prensa Científica, Barcelona, May1979
Pinacoteca y Justificación
Mi desconfianza frente al sistema capitalista me ayudó a eludir algunas de sus peores trampas, sobre todo la del éxito. Para domeñar la ambición de ganar en el sistema durante un lapso acaricié la idea de lograrlo con mi pluma que seduciría y encantaría a un público que exploraba y buscaba, dan fe una cantidad no pequeña de artículos en periódicos y revistas, este texto fue uno de los intentos más serios cuando articulé un sistema educativo con una corriente filosófica y la ingeniería militar en la época de Alejandro.
Urban Life
Hoy es el día dedicado por los argentino a recordar los 30000 asesinados por los militares en una hecatombe cuyo dolor perdurará. Para ilustrarlo debía recurrir entonces a alguien como Juan Giménez, ese espléndido artista que ha creado uno de los más fabulosos e impactantes universos de los comics de la ciencia ficción, el Covid19 lo alcanzó en Mendoza, por eso es imprescindible que reviséis la Casta de los Metabarones (ejecutada con guión y compañía de Alejandro Jodorowsky), que les sea sabroso, sfyufa y salud.
Es probable que algunas obras tengan nombres equivocados, les aseguro que son pocas y las desviaciones insignificantes
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